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Afirman que participó hasta en 300 ejecuciones en Coahuila

Deporta EU al Cubano, criminal ligado a la desaparición masiva y asesinato de personas
 
Periódico La Jornada
Jueves 7 de septiembre de 2017, p. 10

El gobierno de Estados Unidos extraditó a Juan Rafael Arredondo Oviedo, alias El Cubano, sicario del cártel de Los Zetas vinculado directamente con la desaparición masiva y asesinato de personas en Allende, Coahuila, durante marzo de 2011. Después de los hechos viajó sin documentos a Chicago, donde intentó obtener asilo político.

El subprocurador estatal para la investigación y búsqueda de personas no localizadas, José Ángel Herrera, informó que El Cubano era el jefe de una estaca (célula de pistoleros) que se encargaba de buscar a las víctimas, secuestrarlas y llevarlas al lugar donde las asesinaban e incineraban para desaparecer sus restos.

Oficialmente desaparecieron 28 personas que las autoridades presumen fueron asesinadas en ranchos del municipio de Allende, al norte del estado. Habitantes de la región aseguraron que Los Zetas desaparecieron a más de 300 personas como parte de una venganza.

Luego de los homicidios de Allende, Arredondo Oviedo se internó indocumentado en Chicago, y en 2015 fue detenido por agentes migratorios, debido a un problema con una persona que le dio empleo en un almacén. Para evitar su deportación, pidió asilo político a Estados Unidos con el argumento de que al regresar a México podría ser ejecutado. “Les dijo que era zeta y lo que había hecho en México, y por ello si regresaba iba a ser asesinado. Finalmente no se le concedió el asilo y fue deportado” la noche del martes, expuso Herrera. Ayer se le internó en el penal de Piedras Negras.

La desaparición masiva y la matanza en Allende ocurrieron entre el 18 y 20 de marzo de 2011, cuando decenas de pistoleros de Los Zetas buscaron a integrantes de una familia de apellido Garza, con la cual terminaron mal un negocio por venta de droga. Se ordenó a los sicarios arrasar con la familia y con cualquier persona que tuviera relación con ella. Los secuestrados fueron concentrados en tres ranchos donde los asesinaron, incineraron e introdujeron a tanques con diesel y ácido. Además, Los Zetas saquearon y destruyeron todas las viviendas y propiedades de sus víctimas.