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El magnate Batista se entrega a la justicia en Sao Paulo, donde ya tenía orden de arresto

Peligra el acuerdo con empresario brasileño que implicó a Temer en actos de corrupción
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de septiembre de 2017, p. 32

Brasilia.

Jesley Batista, uno de los dueños del emporio cárnico JBS, se entregó este domingo a la policía luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó detenerlo por sospechar que ocultó información en el acuerdo judicial que originó una acusación de corrupción contra el presidente Michel Temer.

El magnate del negocio de la carne llegó por su cuenta a las dependencias de la Policía Federal en Sao Paulo, al igual que el ex ejecutivo de JBS Ricardo Saud, también con pedido de prisión, y serán trasladados este lunes a la sede de la Policía Federal en Brasilia, confirmó a la agencia de noticias Afp el abogado Antonio Carlos de Almeida Castro, uno de los defensores de los empresarios. Ambos estarán detenidos por cinco días, inicialmente.

Existen indicios suficientes de que en el momento de la formalización del acuerdo de colaboración premiada, los colaboradores omitieron informaciones que estaban obligados a prestar, señaló el juez Edson Fachin.

Fueron suspendidos de manera preventiva los beneficios de la delación premiada, que permitieron a Batista y a Saud conservar la libertad.

Como parte de ese pacto con la justicia, en mayo se divulgó la grabación de una charla de Batista con Temer, quien supuestamente consintió que JBS pagara por el silencio del ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, preso por corrupción.

Cunha fue el artífice de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, en agosto de 2016, lo que la ex gobernante describió como un golpe de Estado parlamentario.

El juez a cargo del caso rechazó arrestar al ex procurador Marcello Miller, que dejó la fiscalía y pasó a asesorar a JBS, y que los investigadores sospechan habría ayudado ilegalmente a la empresa.

La petición de la fiscalía para detener a Batista ocurre luego de que el magnate entregó inadvertidamente la grabación de una conversación de cuatro horas con Saud, junto con otro material no relacionado.

En la conversación admiten que omitieron informaciones en la delación que prestaron ante la justicia, en la que aseguraron haber pagado sobornos a mil 829 políticos de 29 partidos, entre ellos el propio presidente Michel Temer y parte de sus ministros.

Batista y Saud citan en el audio el nombre de Miller, antiguo colaborador de Janot, quien dejó la fiscalía a finales del año pasado para trabajar en JBS, además de dar a entender que lo contrataron para facilitar el acuerdo que los libró de la prisión por sus corruptelas.

El caso JBS llegó a su máximo punto en junio, cuando la fiscalía denunció a Temer con base en la grabación clandestina hecha por Batista, acusación que pudo haberle costado el cargo, pero que fue bloqueada en agosto por la Cámara de Diputados.

Ahora, cuando se especulaba con que la fiscalía presentaría nuevas acusaciones contra Temer con base en esa misma evidencia, el acuerdo corre riesgo de ser anulado y dependerá del máximo tribunal determinar si las pruebas que aportó aún son válidas.

La delación premiada es una herramienta que otorga beneficios a quienes confiesen sus delitos voluntariamente y ha sido clave para desentrañar la corrupción sistémica que afecta a Brasil.

Tras semanas de ser criticado por el gobierno y parte del mundo jurídico por su generosidad con los implicados, el fiscal general Rodrigo Janot puso el acuerdo en duda y ordenó el lunes pasado investigar si los delatores habían omitido parte de sus delitos.