La intoxicación por plomo es una de las 10 más graves para la salud de las personas y se puede dar desde etapas tan tempranas como la gestación. Es causa de retraso en el desarrollo y discapacidad intelectual, advirtieron investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y Servicios de Salud de Morelos.

Los expertos documentaron el grado de exposición de los recién nacidos en Morelos, lo cual sirvió de sustento para que la Secretaría de Salud (Ssa) decidiera reducir a la mitad los niveles máximos permitidos de exposición al metal referido y pasarlo de 10 a cinco microgramos por decilitro de sangre.

El trabajo divulgado en Salud Pública de México (volumen 59, número 3) advierte que el contacto con el plomo puede ser por vías respiratoria y gastrointestinal y durante el embarazo. En el país se han elaborado varios reportes sobre el tema; el más reciente es el mencionado, el cual encontró que en promedio, 14.7 por ciento de los recién nacidos tienen plomo en la sangre.

El rango va de 10 por ciento en sectores de mayores ingresos, a 22.2 en el que tiene retribuciones menores.

El primero de septiembre anterior entró en vigor la modificación a la norma oficial mexicana 199, salud ambiental, niveles de plomo en sangre y acciones como criterios para proteger la salud de la población expuesta no ocupacionalmente.

La Ssa estableció en cinco microgramos por decilitro de sangre el nivel máximo para proteger a niños y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

De acuerdo con los expertos, con este nuevo marcador la regulación se coloca en los estándares de países desarrollados. Y es que, diversos estudios nacionales e internacionales han documentado los daños en la salud y en el neurodesarrollo de los menores cuando se exponen a al plomo, incluso por debajo de cinco microgramos.

En la investigación, los especialistas recordaron que a escala nacional, cuando en 1997 se eliminó el plomo de las gasolinas se redujeron los niveles del metal en el aire. Sin embargo, subsisten costumbres como el uso de objetos y utensilios hechos con barro vidriado, los cuales contienen el metal tóxico.

Lo anterior quedó ratificado en el trabajo realizado entre los habitantes de Morelos y sobre todo en los sectores con mayor grado de marginación. Se trata de un reto para la salud pública, pues también se ha comprobado que las concentraciones de plomo en sangre de mujeres embarazadas se asocia con reducción del crecimiento fetal y aumento de riesgo de aborto espontáneo y parto prematuro.

En tanto, los niños con concentraciones del metal, por debajo de cinco microgramos por decilitro de sangre, reportan una disminución hasta de 6.9 puntos de coeficiente intelectural, bajo rendimiento académico, a la vez que hay aumento en trastornos relacionados con la atención y el comportamiento, entre otras afectaciones.

De ahí la importancia de contar con información nacional sobre la exposición de la población al plomo, así como de garantizar que la norma se cumpla, señalaron los expertos.