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Chocan activistas y guardias del Congreso

Repudian contratos con empresas para obras de infraestructura en BC
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Integrantes del movimiento Mexicali Resiste ingresaron ayer por la fuerza al Congreso de Baja California para protestar contra tres proyectos que endeudarían al estado por 37 añosFoto Jorge Heras / Lindero Norte
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 14 de septiembre de 2017, p. 30

Mexicali, BC.

Guardias del Congreso local y activistas se liaron a golpes ayer porque los diputados sesionaron a puerta cerrada para autorizar tres proyectos de infraestructura bajo la figura de asociaciones públicas-privadas (APP).

El orden del día incluía la autorización de plantas desaladoras en Rosarito y Ensenada, un sistema pluvial en Mexicali y un sistema de videovigilancia en Tijuana. Estos proyectos generarán una deuda de 9 mil 800 millones de pesos a pagarse en 37 años, lo que ha ocasionado el repudio del movimiento Mexicali Resiste.

Debido a que la aprobación requiere mayoría calificada (17 de 25 votos), la bancada del Partido Acción Nacional busca sumar a sus 13 votos los cuatro del Partido Revolucionario Institucional. El cabildeo retrasó la sesión y los activistas intentaron entrar por la fuerza, pero los legisladores ordenaron cerrarles las puertas.

Tras contar en voz alta los segundos de un minuto, los manifestantes patearon el marco de una de las puertas principales del edificio, hasta que alguien rompió un vidrio con una piedra.

Hombres y mujeres ingresaron al inmueble y se dirigieron al tercer piso, donde se encontraban los diputados. Algunos fueron detenidos por guardias de seguridad, lo que ocasionó golpes y empujones.

Los activistas llegaron a la sala Francisco Dueñas Montes, donde fueron recibidos por el presidente de la mesa directiva, el priísta Benjamín Gómez, quien explicó que el retraso de la sesión se debía a que estaban analizando el orden del día. La mayoría de los diputados corrieron a sus vehículos, estacionados en la parte posterior del recinto, y salieron por seguridad.

Aunque oficialmente no se anunció la suspensión de la sesión ordinaria, la ausencia de la mayoría impidió que se reuniera el quórum legal.

Al cierre de esta edición el presidente del Congreso y los activistas seguían en espera de que se reanudara la sesión.