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Niega el ex presidente de Brasil todas las acusaciones al comparecer por más de 2 horas

Soy quien más quiere la verdad, sostiene Lula ante el juez Moro

Si tienen miedo de que sea candidato en 2018, que lo tengan, sentencia el ex líder metalúrgico

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Luiz Inacio Lula da Silva, ex presidente de Brasil, y la senadora del PT, Gleisi Hoffmann, en el acto de apoyo organizado ayer en Curitiba, luego de la comparecencia del líder izquierdista ante el juez Sergio Moro, quien investiga la red de corrupción en la estatal PetrobrasFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de septiembre de 2017, p. 26

Río de Janeiro.

El ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011) dijo este miércoles que tenía sed de justicia, al dirigirse a miles de simpatizantes en Curitiba, sur del país, después de declarar ante el juez de la Operación Lavado Rápido, Sergio Moro, quien lo acusa de corrupción pasiva, pero no ha presentado pruebas.

No sé si se cansarán, pero yo no lo haré; quien tiene la sed de justicia que yo tengo no se cansa, sostuvo Lula en referencia a la persecución judicial y mediática de la que dijo ser víctima.

El ex mandatario advirtió: si tienen miedo de que sea candidato para 2018, que lo tengan.

Su comparecencia ante el juez se extendió poco más de dos horas. A pesar de entender que el proceso es ilegítimo e injusto pretendo hablar; tal vez sea la persona que más quiera la verdad en este proceso, afirmó el líder del izquierdista Partido de los Trabajadores en su primera respuesta al magistrado, según el video difundido por el juzgado al terminar el interrogatorio.

Lula está acusado de corrupción pasiva y lavado de dinero por haber recibido, presuntamente, un terreno valuado en 3.9 millones de dólares y un departamento de 161 mil dólares de la constructora Odebrecht, en agradecimiento a los favores prestados dentro de la red de sobornos en la petrolera estatal Petrobras.

A lo largo de la audiencia, el ex presidente negó todas las acusaciones, especialmente la de su ex ministro de Hacienda Antonio Palocci, quien hace unos días aseguró que Lula firmó un pacto de sangre con los directivos de Odebrecht. Sólo quiero decir que hay una cacería de brujas, manifestó Lula.

Palocci, alguna vez uno de los colaboradores más cercanos a Lula, aseguró que el patriarca de la constructora, Emilio Odebrecht, le entregó un paquete de sobornos para agradecer que mantuviera en sus puestos a directivos de Petrobras que favorecían sus intereses.

Vi a Palocci mentir aquí, manifestó Lula, de 71 años, tras subrayar que sintió pena de que un antiguo amigo usara su nombre para tratar de reducir sus años de condena.

Si fuera un objeto sería un simulador, aseguró, para enfatizar el carácter mentiroso de quien fue su ministro.

Para Lula y sus abogados la versión de Palocci es una construcción de mentiras que busca afianzar la versión que ya tienen los investigadores de la operación Lavado Rápido de que el ex mandatario era el centro de la red corrupta de Petrobras, para obtener así un ventajoso acuerdo de delación premiada.

El ex líder metalúrgico criticó que el Ministerio Público lo haya acusado hasta en tres ocasiones únicamente con base en declaraciones de miembros de la trama de corrupción, sin el respaldo de pruebas concretas.

“Podría estar enfadado, nervioso, pero quiero enfrentarme al Ministerio Público, sobre todo a los investigadores (de Lavado Rápido) para probar mi inocencia; sólo espero que ellos tengan la grandeza de un día ofreceme disculpas”, aseveró.

Lula ya se enfrentó a las preguntas del juez Moro en mayo pasado por otro proceso relacionado con sobornos de la constructora OAS, por el que finalmente fue condenado a nueve años y medio de cárcel, aunque la sentencia tiene que ser confirmada en segunda instancia para que sea definitiva.

En tanto, Wesley Batista, director general de JBS, la empresa procesadora de carnes más grande del mundo, fue arrestado este miércoles en Brasil bajo sospecha de manipular los mercados financieros.

Wesley y su hermano Joesley, ex directivo de JBS, han afirmado en acuerdos con la fiscalía que la empresa pagó sobornos a decenas de políticos, entre ellos el presidente Michel Temer, quien ha negado la acusación.