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El presunto ataque acústico, asunto muy serio, señala Tillerson

EU evalúa el cierre de su embajada en Cuba

Son varios los diplomáticos afectados, acusa el secretario de Estado

El presidente Raúl Castro dice estar perplejo por supuestos ataques

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Rex Tillerson, secretario estadunidense de Estado (en imagen de hace unos días), habló ayer en entrevista para el programa Face the Nation sobre las afectaciones a la salud de personal diplomático destinado en CubaFoto Ap
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En julio de 2016 Estados Unidos reabrió su embajada en Cuba, luego de más de 50 años del rompimiento diplomático entre ambos países. A poco más de un año, Washington ya considera volver a cerrarlaFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de septiembre de 2017, p. 29

Washington.

El secretario estadunidense de Estado, Rex Tillerson, anunció este domingo que su país está evaluando el cierre de su embajada en Cuba tras los presuntos ataques acústicos que afectaron al menos a 21 de sus funcionarios.

Se trata de un asunto muy serio. Algunos de los afectados han sido repatriados, declaró el jefe de la diplomacia estadunidense en entrevista para la cadena de televisión CBS.

En declaraciones al programa Face the Nation, Tillerson señaló: es un tema muy grave en cuanto al daño a la salud que ciertos diplomáticos han sufrido. Hemos tenido que traer a casa a parte de ese grupo afirmó el secretario.

Al preguntarle sobre algunas versiones que indican que Washington podría cerrar su embajada en La Habana, Tillerson afirmó: lo estamos evaluando.

En noviembre de 2016, la administración del demócrata Barack Obama informó que algunos de sus funcionarios en la isla manifestaron una serie de síntomas físicos debido a un presunto ataque contra su salud.

Tillerson consideró que el número de afectados podría crecer.

El jefe de la diplomacia estadunidense habló antes del viaje del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Nueva York, donde hablará durante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) esta semana.

Cuba tiene representación diplomática en la ONU, pero es poco probable que Trump se reúna con algún funcionario cubano.

De las víctimas confirmadas, algunos sufrieron pérdida auditiva crónica o conmoción cerebral, mientras otros padecen de náuseas, jaquecas y zumbidos graves, algunos incluso tienen dificultades para concentrarse o para recordar hechos recientes.

Varios de los afectados también sintieron vibraciones o escucharon sonidos que misteriosamente sólo se percibían en algunas partes de ciertas habitaciones de la embajada, por lo que los investigadores sospechan que se pudo tratar de ataques sónicos. Otras víctimas no escucharon nada, pero posteriormente desarrollaron los síntomas mencionados.

El incidente más reciente ocurrió el 21 de agosto, admitió un funcionario estadunidense que pidió mantener el anonimato, informó el diario británico The Guardian.

Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, dijo la semana pasada que se está investigando el caso.

Washington expulsó a dos diplomáticos cubanos en mayo pasado, en represalia a los supuestos ataques.

El incidente ocurre luego de que los gobiernos del presidente cubano, Raúl Castro, y el ex mandatario Barack Obama restablecieron relaciones diplomáticas, rotas por de más de medio siglo.

Ambos países abrieron de nuevo sus embajadas en julio de 2016.

En 1960, Estados Unidos prohibió toda exportación a Cuba, lo que sirvió a la isla para estrechar más las relaciones políticas y comerciales con la desaparecida Unión Soviética, por lo que Washington suprimió cualquier representación diplomática en el país caribeño.

La tensión y el espionaje entre ambas naciones se recrudeció durante la guerra fría, en la que el líder cubano, Fidel Castro, sobrevivió a más de 600 intentos de asesinato, muchos de ellos fraguados por la inteligencia estadunidense.

Ambos países abrieron otra vez sus respectivas embajadas en julio de 2016.

Funcionarios estadunidenses citados por la agencia informativa estadunidense Ap afirmaron que no comprendían por qué La Habana habría perpetrado estos ataques tras la reanudación de las relaciones bilaterales.

Apenas el pasado día 9, Trump renovó, un año más, la Ley de Comercio con el Enemigo, estatuto de 1917 que constituye la base del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba. Esto implica restricciones en viajes, inversiones y otras actividades de estadunidenses con empresas y particulares cubanos. Esa legislación, que sólo afecta al país caribeño, estaba programada para expirar el 14 de septiembre de este año.

Por ahora Estados Unidos ignora quién pudo ser el responsable de los ataques o qué artefacto fue utilizado. Investigadores manejaron la hipótesis de ondas sónicas producidas por un arma electromagnética o una misión de espionaje fracasada, señalaron a Ap las fuentes estadunidenses enteradas de las pesquisas.

Los investigadores también se centraron en un pequeño grupo de países, sospechosos habituales en actividades de espionaje contra Estados Unidos, como Rusia, Irán, Corea del Norte, China y Venezuela, pero la posibilidad de sabotaje en el interior del aparato de seguridad cubano puede ser otro factor.

En Washington algunos legisladores activaron la voz de alarma sobre estos hechos y solicitaron que se cierre la embajada. Cinco senadores republicanos le escribieron el viernes a Tillerson pidiéndole no sólo que cierre la sede diplomática, sino también que expulse a todos los funcionarios cubanos de suelo estadunidense.

La negligencia de Cuba a la hora de proteger a nuestros diplomáticos y sus familias no puede quedar sin castigo, dijeron los legisladores, entre quienes estaban el senador por Florida, Marco Rubio, y el segundo senador republicano de mayor rango en la cámara alta, John Cornyn, de Texas.

El viernes, el mandatario de Cuba, Raúl Castro, desmintió cualquier tipo de ataque contra diplomáticos extranjeros y rechazó cualquier responsabilidad. Algunos funcionarios estadunidenses se mostraron sorprendidos por la respuesta del presidente de la isla, quien incluso había ofrecido permitir que la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos entrara al país para investigar el asunto.

En una conversación en persona, Castro comentó al embajador estadunidense, Jeffrey De Laurentis, que estaba perplejo por los supuestos ataques.

En este contexto, el gobierno de Canadá también reportó un caso similar que involucra al menos a uno de sus diplomáticos en Cuba, el cual fue tratado en un hospital tras mostrar síntomas inusuales, que incluyen dolores de cabeza y pérdida auditiva.