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En Jojutla se documentaron 16 decesos y unas 2 mil viviendas agrietadas

Morelos, epicentro del sismo, con saldo de 55 muertos y cientos de heridos
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El desplome, en Cuernavaca, de uno de los tres edificios de la torre Latino, cada una de siete pisos, provocó varias personas lesionadas y otras atrapadas entre escombros. La construcción era de departamentosFoto Rubicela Morelos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de septiembre de 2017, p. 13

Cuernavaca, Mor.

El terremoto de magnitud 7.1 con epicentro en el municipio de Axochiapan, Morelos, provocó la muerte de 55 personas y heridas a cientos en 14 de los 33 municipios de la entidad, además del desplome de unas 60 viviendas, de acuerdo con un reporte preliminar de Matías Quiroz Medina, secretario de Gobierno del estado.

La alcaldía más afectada por la pérdida de seres humanos y daños materiales es Jojutla, donde se documentaron 16 decesos, unas 2 mil viviendas agrietadas y la caída de parte del ayuntamiento; le siguen Tetecala, con seis muertos; Zacatepec, seis; Jiutepec, cinco; Cuernavaca, cuatro; Tlayacapan, cuatro; Axochipan, cuatro; Miacatlán, cuatro; Yecapixtla, dos; Cuautla, uno; Yautepec, uno; Xochitepec, uno, y Temixco, uno.

En Cuernavaca, el desplome de uno de los tres edificios de la torre Latino (cada una de siete pisos), que estaba ubicada en la esquina de la calle Degollado con avenida Morelos, provocó lesiones a varias personas y otras atrapadas entre escombros. La construcción era un edificio de departamentos.

Del inmueble, varios personas fueron sacadas de entre los escombros y otras, con lágrimas, llegaban a buscar a sus familiares. El edificio cayó sobre un microbús del servicio urbano, por lo que varios pasajeros resultaron atrapados y heridos, algunos de ellos de gravedad.

Después de casi dos horas de ocurrido el sismo, militares se sumaron a los labores de rescate, ya que Protección Civil estatal y municipal y policías del mando único y de tránsito no podían coordinarse para atender la emergencia en la zona más afectada de la ciudad.

De las cuatro personas fallecidas en Cuernavaca, a una le cayó la barda del restaurante Las Mañanitas, ubicado en la avenida Obregón. Otra murió en la torre médica de la avenida San Diego; uno más en Santa Martha y la cuarta en La Cueva.

Alrededor de las 14 horas, el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, acudió a la zona afectada, después de una hora se retiró.

A las 13:14 horas, cuando ocurrió el temblor, el gobernador Graco Ramírez se encontraba en Tepic, Nayarit, donde acudió a la toma de protesta del gobernador Antonio Echeverría García, en sustitución de Roberto Sandoval Castañeda.

A las 14 horas aproximadamente el perredista anunció en su cuenta de Twitter que regresaría inmediatamente a Morelos para enfrentar la contingencia. Después de las 17 horas encabezó la sesión del comité de emergencias del estado (que horas antes ya se había activado por el secretario de Gobierno).

En Xochitepec, el daño más grave ocurrió en la autopista del Sol, exactamente sobre el río Apatlaco, en el kilómetro 109 en el sentido Cuernavaca-Acapulco. Allí la cinta asfáltica se hundió casi hasta el cauce. Esto cortó la circulación por esta vía y quedó solamente la carretera federal para, proseguir al suroeste.

A las 13:14 horas, todo parecía transcurrir normal en el zócalo de Cuernavaca: por la mañana se había llevado a cabo el simulacro por el 32 aniversario del terremoto de 1985; posteriormente un grupo de mujeres se manifestó contra los feminicidios.

Pero en ese momento comenzó a moverse la tierra, a crujir dijeron unos y otros, como los vecinos de la torre Latino, comenzaron a escuchar ruidos ensordecedores que iban aparejados al colapso del inmueble.

¡Está temblando!, gritó alguien desde la terraza de una cafetería ubicada frente al palacio estatal. El movimiento no paró hasta que se cayeron partes de esa terraza y algunos vidrios de la cafetería.

Desde ahí se veía cómo salían despavoridos los burócratas del palacio estatal, se contemplaba el movimiento del palacio de Cortés (construido en 1529), el reloj estuvo a punto de venirse abajo. Algunos ciudadanos salieron corriendo, otros permanecieron dentro, hasta que todo pasó.

Al salir, el primer cuadro de la ciudad estaba lleno: de las oficinas y negocios cercanos habían salido los empleados a esta explanada capitalina.

Algunas personas intentaban llamar, pero el servicio de telefonía celular se cayó unos 20 minutos, también la aplicación de mensajería. Madres con hijos en escuelas o guarderías lloraban por no poderse comunicar con las maestras. Otros decían que sus familias estaban en Ciudad de México y temían por ellos.

La plancha estuvo llena más de dos horas, ya que los inmuebles se cerraron para revisar daños y afectaciones. Poco a poco se fueron a sus casas como pudieron, pues el trafico vehicular en el centro de la capital también se paró.

Además, la energía eléctrica se interrumpió en casi todo el estado durante unas cinco horas. La circulación en esa zona se cerró. Después del sismo y hasta las 18 horas, la única forma de trasladarse en el centro de la ciudad y colonias aledañas era caminando.

Ríos de personas inundaron las avenidas céntricas, algunas con la mirada perdida y otras llorando.