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19/S: El dolor y la esperanza

De la recuperación de seis cuerpos se enteraron por la embajada de Colombia

Familiares de víctimas en edificio de Álvaro Obregón exigen transparencia en el rescate
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En la calle Álvaro Obregón, colonia Roma, la gente protesta por la falta de información sobre los avances en el rescate de víctimasFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de septiembre de 2017, p. 10

La familia de Noemí Manuel García, como la de otras 43 personas, cumplió ayer una semana de esperar en vano, en las inmediaciones de la montaña de concreto y varillas que quedó donde estuvo un edificio de oficinas en la calle Álvaro Obregón, número 286, a unos pasos de Insurgentes.

En días recientes los familiares han exhibido pancartas y han protestado por la falta de información sobre las labores de rescate.

Silvia Filemón Manuel, prima de Noemí, hablaba así a la prensa al mediodía de ayer: Empezaron a decir que nos querían poner marcas en las manos para poder tener acceso como familiares, y a ustedes como prensa de plano los sacaron. Si ustedes se acercan a la carpa donde estamos ubicados, la gente que está resguardando los cordones les dice que no pueden poner sus cámaras. Si todo es transparente, ¿cuál es el miedo?

Noemí Manuel, de 21 años, recién había terminado la carrera de finanzas, por lo que estaba laborando en un despacho de contabilidad en el edificio colapsado. El pasado sábado que ella pasó bajo los escombros era su fiesta de graduación.

Aunque mantiene la esperanza de que su prima esté con vida, Silvia admitió que su familia (somos de la etnia mazahua) considera la posibilidad de recibir un cuerpo. Estaban amenazando con meter maquinaria, y nosotros decimos que aunque estén ya sin vida, no hagan que pierdan la dignidad.

El sonido de fondo mientras Silvia atendía a la prensa eran los aplausos que cada tanto celebraban la salida de un equipo de rescatistas.

Agradecimiento y respaldo

Ella seguía: a la sociedad queremos agradecerle todo el apoyo, y pedirle que no dejen de apoyarnos, y no me refiero sólo a los víveres, sino que si tenemos que protestar o dar alguna información a los medios, que lo hagan viral. Que nos sigan apoyando de todas las formas que necesitemos.

La familia de Noemí, con otras de personas que se encontraban en el edificio colapsado, se ubican en comercios y carpas cercanas a la esquina de Álvaro Obregón y Salamanca, hasta donde han llegado voceros gubernamentales y de los equipos de rescate extranjeros.

El señor Humberto Morgan siempre nos mantuvo con mentiras, con gotitas de esperanza para que estuviéramos tranquilos, dice Silvia, en referencia al operador del gobierno capitalino que ha hecho las veces de enlace con las familias.

La prima de Noemí se quejó también de las amenazas que tras sus protestas (carteles en los que exigen acelerar los trabajos) recibieron del vocero de los rescatistas españoles, de nombre Rafael: Nos dijo que no nos acercáramos a la prensa. Y ayer veladamente nos lanzó una amenaza, que si seguíamos hablando con la prensa, esto no iba a salir bien.

En ese momento Silvia señaló hacia un punto de la calle en la que este fin de semana aparecieron nuevas cintas amarillas: De este lado no estaba acordonado, pero a raíz de que nos manifestamos cercaron la zona. Sólo entran Televisa y Tv Azteca, que están transmitiendo puras mentiras, no lo que los familiares queremos expresar.

Quince minutos, a buen paso, separan la zona del desastre de la cita para marchar por el tercer aniversario de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

La marcha fue en silencio. Muchos de los caminantes, según indica un breve sondeo, estuvieron toda la semana en el trajín del acopio de ayuda e incluso acarrearon cubetas de escombros.

Cuando tomó la palabra el vocero de la escuela normal guerrerense, informó que 10 camiones de sus compañeros normalistas están ahora en distintos puntos de Oaxaca y Chiapas llevando ayuda.

Luego, se digirió a los afectados por el sismo y la cadena de tragedias mexicanas de estos días: Ese mismo dolor que ustedes sienten por la pérdida de sus familiares y de sus casas, nosotros lo hemos sentido durante tres años. No podemos ser indiferentes a este sufrimiento. Nuestra forma de protestar es llevar un poco de esperanza y solidaridad con nuestros hermanos de clase que sufren los estragos de la naturaleza y las políticas del Estado.

La enorme manta que decía 1095 días sin justicia dejaba poco que añadir.

En Álvaro Obregón, mientras tanto, funcionarios de los gobiernos local y federal salían a hablar con la prensa y a atender los reclamos de los familiares. Encabezados por Roberto Campa, el apagafuegos favorito del gobierno, informaron del rescate de 16 cuerpos, ofrecieron atender las quejas sobre la falta de información (ayer, por ejemplo, algunas familias se enteraron del rescate de seis cuerpos por la embajada de Colombia) y dieron acceso al lugar del siniestro a una comisión de familiares.

El anterior informe que las familias habían recibido fue el sábado por la noche. Por eso Silvia Filemón insistía: Sí, fue un fenómeno natural. Lo que ya no es natural es lo que está pasando en este momento. Por eso les digo a las otras familias que ya tienen el cuerpo de su familiar que no dejen que esto quede impune, que hagan algo.