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Estrenarán la obra Obsesión, de Ximena Escalante, basada en el libro Verdugo del amor, del siquiatra Irvin D. Yalom

Llevan a escena la tristeza clínica

¿Quién puede ayudar a una persona cuando su único deseo es morir?, se plantea la autora

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Arturo Ríos, Marina de Tavira y Leonardo Ortizgris integran el elenco de la obra de Ximena Escalante, con dirección escénica de Enrique Singer, que tendrá temporada en el foro ubicado en Lucerna 64, colonia Juárez, delegación CuauhtémocFoto Jesusmorales.com.mx/ cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de octubre de 2017, p. 5

¿Quién puede entender a las personas tristes? ¿Cuál es el origen de una tristeza profunda? ¿Quién puede ayudar a un individuo deprimido cuando su único deseo es morir? son interrogantes que motivaron a Ximena Escalante para crear la obra Obsesión, basada en el libro Verdugo del amor, del siquiatra y sicoterapeuta Irvin D. Yalom.

Esa obra, que gira en torno a una paciente deprimida y suicida compulsiva, quien trata de curar su obsesión erótico-amorosa por un sicólogo más joven, se estrena mañana en el Foro Lucerna, con las actuaciones de Marina de Tavira, Leonardo Ortizgris y Arturo Ríos, con dirección de Enrique Singer.

En entrevista con La Jornada, la creadora de la puesta en escena, Ximena Escalante (Ciudad de México, 1974), explica que el libro Verdugo del amor, de Yalom, contiene varios relatos basados, inspirados y tomados de casos reales de sus sesiones de sicoterapeuta en los que cambió el nombre de las personas para proteger la privacidad e intimidad de los pacientes, y de esos textos en particular le llamó la atención el que lleva el título del libro, Verdugo del amor.

Impulsos suicidas

“El relato Verdugo del amor es la historia de una mujer extremadamente triste, que en el texto original tiene 60 años y lleva toda su vida con ataques de tristeza y de impulsos suicidas y nada hay que le dé gusto por la vida a pesar de que está casada y tiene un estatus económico envidiable. Acude a la terapia de Irvin ya como su última solución y en esta consulta se descubre un acontecimiento importante de su vida que fue lo único que a ella le ha dado sentido por vivir: una obsesión erótica por un terapeuta más joven que ella”, detalla Escalante.

La autora de la dramaturgia afirma que del texto de Yalom le interesó sobre todo esta idea de quién puede entender a las personas tristes y cómo la mujer con esta obsesión hacia la muerte conoce al sicoterapeuta un poco más joven que ella e inician una relación apasionada que le regresa el gusto por la vida y se reconcilia con ésta, comienza a descubrir lo que significa mirar por la ventana y ver cómo un árbol florece y el rostro de las personas, el intercambio de una mirada.

“Ella empieza a tener este gusto por la vida y comienza a enamorarse de la vida y cuando el hombre, su sicoterapeuta desaparece de un día para otro, vive una década entera de su vida esperando la llamada de él. Esta historia es la de la obsesión, porque primero la protagonista obsesivamente busca la muerte, después obsesivamente busca la pasión y luego obsesivamente busca la experiencia de recuperar a una persona que desapareció.

“Ese impulso obsesivo la salva, es la paradoja de la historia. La obsesión por la muerte puede llegar a ser en un momento dado la obsesión por la vida. Ahora que pasamos y vivimos la catástrofe del sismo creo que estamos viviendo de manera individual y colectivamente el miedo a la muerte, pero la verdad es que en momentos coyunturales como éstos, donde nos vemos azotados por la experiencia de la muerte, la mayoría de las personas vivimos años enteros de nuestra vida cotidianamente con miedo a la vida.

Lo que nos da mucho miedo también es vivir, porque no nos conocemos, no nos entendemos y no conocemos a los demás y esta mujer es así: le tiene miedo a la vida, no soporta la vida, es demasiado grande, poderosa ante ella y lo que tiene es miedo a estar viva y en el transcurso de la obra pierde ese temor y recupera el amor a la vida.

Además de este mensaje de amor a la vida en la obra Obsesión, Ximena Escalante explica que la palabra verdugo del texto original se asocia con la persona que nos quita la vida. Sin embargo, en el montaje, “el verdugo es quien amputa la obsesión negativa para dotarla de una obsesión positiva.

En este caso mi postura es que los amantes muchas veces, lejos de ser nuestros enemigos porque así lo entienden en la relación apasionada y se ve como un peligro, es muy posible que esas personas que son el objeto de nuestro deseo en realidad nos estén proporcionando un aprendizaje, una enseñanza importante. La idea que subyace en la obra es que no todos los verdugos son necesariamente mortales: hay verdugos que nos ayudan a seguir vivos.

Para la dramaturga, Obsesión es la oportunidad de ver una versión escénica de la semilla que sustenta toda su obra, porque me parece que en este relato están contenidas todas las inquietudes de sus novelas y de sus tratados sobre el individuo, de cómo ser en un mundo destrozado.

Del 6 de octubre al 19 de noviembre, con funciones viernes a las 20 horas, sábado a las 18 y 20 horas, y domingo a las 17:45 horas, Obsesión, de Ximena Escalante se escenificará en el Foro Lucerna (Lucerna 64, colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc).