Mundo
Ver día anteriorDomingo 8 de octubre de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Cientos de miles salen a las calles y pintan de rojo y blanco España

Hablen, reclamo nacional a Rajoy y la Generalitat

Hubo dos grandes convocatorias con espíritu diametralmente opuesto

Prisión para los separatistas y fin de la autonomía, el lado más duro

Foto
Manifestantes sostienen un cartel que muestra un beso entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont durante la marcha blanca en la Plaza de Cibeles, en MadridFoto Afp
Foto
Con banderas españolas y algunos símbolos franquistas miles de personas marcharon por la defensa de la unidad en la Plaza de ColónFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 8 de octubre de 2017, p. 21

Barcelona.

Centenares de miles de personas salieron a las calles de España para expresar su preocupación y deseo de diálogo, en algunos casos, y su malestar y la exigencia de prisión a los separatistas, en otros.

El color rojo inundó la Plaza de Colón, en Madrid, y ahí, mientras ondeaban banderas españolas y algunos símbolos franquistas, más de 150 mil personas, según los organizadores, y 50 mil, según la policía, exigieron la suspensión de la autonomía en Cataluña, el encarcelamiento de los dirigentes independentistas que han impulsado el proceso de secesión e invocaron la unidad de España.

El color blanco, que simboliza el diálogo, la paz y la concordia, fue el elegido por otros tantos miles de ciudadanos que se concentraron bajo otra convocatoria en la mayoría de los ayuntamientos del país con una exigencia a los dirigentes políticos, de ambos bandos a dialogar cuanto antes.

El conflicto entre Cataluña y el Estado español se ha trasladado a todas los pueblos y ciudades de España. En esta ocasión hubo dos grandes convocatorias, con mensajes distintos y con un espíritu diametralmente opuesto.

Los que eligieron el color blanco para expresar su preocupación por la situación y que se concentraron en la mayoría de los ayuntamientos del país en una convocatoria ciudadana exigieron sólo una cosa: dialogar, que se busquen salidas negociadas a un conflicto que va en aumento y que temen que se convierta en un enfrentamiento civil con consecuencias más graves.

Rojo y amarillo fueron los colores de la otra gran movilización ciudadana, en todo el país y con gran afluencia en las principales ciudades, pero su mensaje fue más duro: prisión para los separatistas, la exigencia de que el gobierno del derechista Mariano Rajoy suspenda cuanto antes la autonomía de Cataluña, tras aplicar el artículo 155 de la Constitución española, y que se convoquen elecciones en la región secesionista para renovar al gobierno y a una clase política que ha sido incapaz de resolver el conflicto.

A dos días del anuncio de los secesionistas catalanes de que declararían desde el Parlamento regional la independencia unilateral, la ciudadanía que no comulga con los separatistas se ha movilizado como nunca antes. Quedan a la espera de que este domingo los políticos y ciudadanos contrarios a la independencia en Cataluña se manifiesten en Barcelona bajo el lema recuperemos la cordura y retomemos el diálogo.

El acto fue organizado y convocado por la Fundación Denaes y respaldado por distintas asociaciones como Convivencia Cívica Cataluña, Hazte Oír o el Foro de Guardias Civiles, que invocaron a la ciudadanía para defender la nación, la Constitución y el Estado de derecho.

Esta convocatoria fue apoyada por el derechista Partido Popular (PP) y por Ciudadanos, pero también fue respaldada por las agrupaciones de extrema derecha, como Falange Española o Democracia Nacional.

Al final de la manifestación se dio paso a los discursos; entre los oradores estuvo Francisco Caja, presidente de Convivencia Cívica Cataluña, quien aseguró que esto no se solucionará con diálogo y que eso que se llama presidente de Cataluña tendría que estar en prisión. También intervino el escritor José Javier Esparza, quien pidió un reconocimiento a los agentes que se han visto vilipendiados por proteger la ley de España. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son el pueblo, son la nación.

La otra marcha

A escasos mil metros de la Plaza de Colón se concentraron alrededor de 2 mil personas en la sede del Ayuntamiento de Madrid, pero eran parte de la marcha blanca, que se hizo presente en la mayoría de las sedes de los municipios del país. La ciudadanía sólo reclamó en silencio que parlem (hablen, en catalán), que menos odio y más conversación o Menos porrazos y más telefonazos.

A esta misma convocatoria, pero en Barcelona, se sumaron más de 10 mil personas en la plaza de Sant Jaume con el mismo reclamo: diálogo, y criticaron las posturas inflexibles tanto del gobierno español como de los líderes separatistas y del gobierno catalán.

También hubo grandes concentraciones en Valencia, Zaragoza, León, Sevilla, Málaga, Córdoba, Bilbao, San Sebastián, Vitoria y en Palma de Mallorca, entre otros.

En cuanto a la salida de empresas de Cataluña por el temor a que una declaración unilateral de independencia suponga la salida de la Unión Europea de la región, este sábado confirmó también su traslado de domicilio social una de las grandes corporaciones de la región y símbolo de la capital: Aguas de Barcelona (Agbar), sumándose así a otras de las empresas de la comunidad como CaixaBank, que ayer ultimó su operación de traslado a Valencia y Palma de Mallorca; Gas Natural, que se va a Madrid, y Banco Sabadell, a Valencia-, entre más de una veintena de compañías.