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Ahora se puede saber qué ocurrió en el origen del cosmos

Ganadores del Nobel de Física iniciaron una nueva era para la ciencia: experto
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Los científicos Barry Barish (izquierda) y Kip Thorne durante un brindis en el Instituto Tecnológico de California al recibir la noticia, el pasado 3 de octubre, de que ganaron el Premio Nobel de Física 2017, junto con Rainer WeissFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de octubre de 2017, p. 29

La medición de las ondas gravitacionales ha supuesto un cambio de paradigma en el estudio del universo, marca el inicio de una nueva era para la ciencia y la tecnología. De esta magnitud es el aporte de los científicos estadunidenses Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne, ganadores del Nobel de Física 2017.

El reconocimiento, indicó Tonatiuh Matos, experto en el tema, obedece a la importancia científica que tuvo la detección de una onda gravitacional proveniente del choque de dos hoyos negros de aproximadamente 30 ma-sas solares cada uno, dado a conocer en 2016.

A contracorriente de Einstein

De acuerdo con el investigador del Centro de Investigación y Estudios Avazados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional, el gran aporte de los científicos estadunidenses fue ir en contracorriente respecto de lo señalado por Albert Einstein hace 100 años acerca de que era imposible detectar las ondas gravitacionales.

Esa idea prevaleció hasta que Weiss, Barish y Thorne demostraron lo contrario. La contribución de estos investigadores es excepcional al proponer que la forma de detectar las ondas gravitacionales era a través de interferómetros (instrumentos para medir ondas de luz), y a partir de esto surgió el proyecto Ligo (Observatorio de Interferómetros Láser de Ondas Gravitacionales).

Los interferómetros propuestos para identificar las ondas gravitacionales consisten en el uso de potentes rayos láser que están en el vacío, capaces de atravesar decenas de kilómetros gracias a un juego de espejos. De ese modo, cuando pasa la onda gravitacional, aunque sea pequeña, se registra una perturbación, indicando su existencia.

Gracias a estos aportes es posible concluir que la Teoría General de la Relatividad de Einstein es certera, y que el acercamiento de los dos objetos que chocaron hace cuatro mil millones de años sólo se puede explicar si éstos son hoyos negros, por lo que también se pudo comprobar su existencia.

La detección de ondas gravitacionales es un gran hallazgo científico por sí mismo, pero quizá lo más importante es que este evento puede servir para estudiar de mejor manera el origen del universo, ya que éstas se propagan desde el origen del mundo. Ahora se puede saber qué ocurrió los primeros 379 mil años en el cosmos.

Hasta ahora se había estudiado el universo sólo con ondas electromagnéticas, como las de radio, infrarrojo, ópticas, ultravioleta o gamma, entre otras. Hay aparatos para detectar todas esas frecuencias, pero el universo funciona con gravedad, y cuando pasó el Big Bang las fuerzas gravitacionales eran predominantes.