Mundo
Ver día anteriorLunes 9 de octubre de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Marchan en Barcelona con banderas de España y exigen cárcel para líderes secesionistas

¡Basta!, gritan cientos de miles de catalanes no independentistas

El socialista Josep Borrel pide al presidente Puigdemont no arrojar al país al precipicio

Foto
El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el dirigente del Partido Popular en Cataluña, Xavier García Albiol, ayer en la multitudinaria manifestación en Barcelona contra una declaratoria de independencia de la regiónFoto Ap
Foto
A una semana del referendo independentista en Cataluña, se manifestaron los ciudadanos que no están de acuerdo en que la región se convierta en una república y fraternizaron con policías desplegados por el gobierno español que el primero de octubre reprimieron la votación, lo que les valió el repudio local e incluso internacionalFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 9 de octubre de 2017, p. 28

Madrid.

Una semana después del histórico referendo de independencia en Cataluña, centenares de miles de catalanes no independentistas se manifestaron en las calles de Barcelona con el lema: ¡Basta ya! Recuperemos la cordura.

Según la organización convocante se congregaron alrededor de 950 mil personas; para la Guardia Urbana (policía municipal) la cifra fue de 350 mil, si bien se trata de la mayor movilización en décadas de los simpatizantes de las posturas y partidos en favor de mantener la actual vinculación con el Estado español.

Ha sido la marcha más concurrida después de una de las semanas políticas más convulsas en la historia de Cataluña y España. El domingo pasado, en una jornada electoral marcada por la represión policial y por una consulta ciudadana de autodeterminación suspendida por los tribunales españoles, lograron votar alrededor de 2 millones 300 mil personas, de las cuales 90 por ciento apoyaron la independencia.

Horas después de dado a conocer el resultado, las formaciones separatistas anunciaron que presentarían el informe oficial de la votación ante el Parlamento catalán para que, en una sesión del pleno prevista para este lunes, sea el Poder Legislativo el que declare la independencia.

Este anuncio provocó la movilización de un sector de la sociedad catalana que no se había manifestado en las calles, que hasta ahora estaban colmadas sobre todo por los que apoyan la secesión. Apoyados por los poderes del Estado central y por la mayoría de los medios de comunicación, la plataforma Sociedad Civil Catalana (SCC), que aglutina a personalidades de las sensibilidades políticas más diversas dentro del unionismo, convocó a esta gran marcha.

La movilización fue respaldada sin matices por las tres principales formaciones políticas de Cataluña que defienden el actual marco constitucional: el derechista Partido Popular (PP), que dirige Xavier García Albiol; el emergente Ciudadanos (que es la principal fuerza de oposición en la región), liderado por Albert Rivera, y el Partido Socialista de Cataluña (PSC), que encabeza Salvador Illa, que si bien defiende un proyecto federal, también está contra la secesión.

Nunca antes en la historia de la región había salido tanta gente en Barcelona con banderas españolas, catalanas (las oficiales, que no las independentistas o esteladas) y de la Unión Europea (UE). Lo hicieron para expresar su frontal rechazo al proyecto soberanista y para exigir a las autoridades españolas, encabezadas por el conservador Mariano Rajoy, que pongan una solución a la crisis profunda.

La mayoría de los asistentes reclamaron además el encarcelamiento inmediato de los líderes separatistas, encabezados por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, a quienes acusan de sedición y desobediencia.

Entre los dirigentes políticos que hablaron al final de la marcha se encontraba el ex vicepresidente del Parlamento europeo y uno de los socialistas más prestigiosos de la actualidad, el catalán Josep Borrel, quien señaló que Cataluña no es como Lituania, Kosovo o Argelia. No es un territorio ocupado ni militarizado. Tenemos que defender el pluralismo político porque no es reconocido. Cuando una presidenta del Parlamento se atreve a decir que quienes votan a determinados partidos políticos no son catalanes, es que nos han quitado el conocimiento.

El histórico dirigente socialista advirtió sobre la propagación del odio: “Hace falta que la gente se exprese con el máximo respeto. No me gustaría exagerar, pero estamos viviendo momentos dramáticos en este país, por lo que hay que pedir respeto y sensatez, para nosotros y para los demás. Mucho cuidado con lo que hacemos. Porque si se hace la declaración de independencia unilateral, este país se irá al precipicio. ¡No lo arroje, señor Puigdemont!

“No, no, no... no gritéis como las turbas del circo romano. A las cárcel sólo van los que dicen los jueces. Pido por favor que extrememos el respeto, que reconstruyamos el afecto, que nos queramos. Cada vez que discuto con mis amigos independentistas y les explico lo que han hecho con sus cuentas, las mentiras que les han dicho para aumentar el sentimiento de la gente (...) Cuando ya no saben qué decir, me contestan: ‘No nos quieren’. ¡Pues sí! ¡Os queremos!”, expuso Borrel.

También habló el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, de origen peruano pero naturalizado español desde hace más de tres décadas, quien advirtió: la pasión puede ser peligrosa cuando la mueve el fanatismo y el racismo. La peor de todas es la pasión nacionalista. Se necesita mucho más que una conjura golpista de Puigdemont, Junqueras y Forcadell para destruir lo que han construido 500 años de historia. No lo vamos a permitir. Aquí estamos, ciudadanos pacíficos que creemos en la coexistencia, en la libertad.

En entrevista con el diario El País, Rajoy insistió en que España no se va a dividir y la unidad nacional se va a mantener.

Esta gran manifestación precede a la que será la semana clave del largo proceso separatista en Cataluña. Si se cumple la hoja de ruta fijada por las formaciones independentistas, este lunes habrá sesión del pleno parlamentario, a pesar de la suspensión que ordenó el Tribunal Constitucional. El martes comparecerá a petición propia el presidente Puigdemont, y, finalmente, se percibirá el impacto político y económico de la fuga de grandes empresas de la región, que decidieron cambiar su domicilio social ante los vaivenes políticos y por el temor a quedar fuera de la Unión Europea. Entre esas empresas se encuentran algunas de las más importantes y con más tradición en la región, como CaixaBank, Aguas de Barcelona, el banco Sabadell, Gas Natural y la multinacional Abertis.