Con nueve nominaciones al Premio Nacional de Deportes, Laura Vaca bromea con que me estoy haciendo un collar de cuentas con cada una de las propuestas, así que espero que ya pare por ahí.

A la propia nadadora le son incontables los logros en albercas y aguas abiertas en más de 50 años de trayectoria, razón por la que este año fue propuesta por la Universidad Nacional Autónoma de México a recibir el galardón nacional en el rubro de Fomento al Deporte. Son muchos desde que fue finalista en los Juegos Olímpicos de 1968 hasta este año, en el que ganó cuatro medallas, dos de estas de oro, en el Campeonato Mundial Master de Budapest, y por ello nominada por la Federación Mexicana en la categoría de Deportes.

En 20 años de competencia como master, los podios en su décimo Campeonato Mundial, el pasado agosto en Budapest, son los que más valora por el grado de dificultad, pues va de salida de la categoría 60-65 años y se midió con campeonas mundiales que llegaban a la división.

No la tenía fácil, además considerando que en este último año iba lastimada de las fibras de los brazos, pero confié en que con mi actitud iba a salir avante en este reto y logré dos primeros lugares, recuenta orgullosa la campeona en 200 mariposa y 400 combinado individual, además de dos segundos lugares, en 200 combinado y 800 libres.

Laura tiene claro que lo que la mantiene en ese alto nivel a los 64 años son justamente los retos.

“Saber que tengo un nuevo reto me motiva, me hace sentir viva y por eso es que confío en que voy a lograr las cosas, gracias a Dios y al esfuerzo que hago. Soy muy creyente y doy gracias a diario porque disfruto lo que hago, me apasiona lo que realizo, dentro y fuera del agua.

Estoy orgullosa de seguir aprendiendo

Cuando hablo de la natación mis ojos brillan, porque todos estos años me ha dado muchas satisfacciones. No puedo negar mi edad, estoy muy orgullosa de lo años que tengo, que sigo aprendiendo, afirma la nadadora que entre sus logros en aguas abiertas incluye un cruce en relevos al Canal de la Mancha, el recorrido en la isla de Manhattan, y fue la primera mexicana en cruzar el Canal de Capri, este último un reto de 36 kilómetros a contrarreloj, pues debe completarse antes de la puesta de sol.

En la actualidad, Laura Vaca combina su entrenamiento con asesorías a triatletas y ultradistancistas, entrena a otros veteranos en albercas y aguas abiertas, además de la distribución de artículos para disciplinas acuáticas. Este es mi otro reto y lo he emprendido con éxito. Me encantan las ventas, así que mi meta es convencer a la gente con productos de calidad que conozco bien, anotó.

Finalmente, comparte la afición con las personas que cada día se multiplican en el país en la práctica de ultradistancias y retos extremos.

El perfil del mexicano es de aguante, también tiene algo de chispa para defenderse como en el taekwondo, pero fundamentalmente es de aguante, y mucha de la motivación para los que están haciendo estos deportes extremos, eso es lo que les gusta sentir, que están vivos, que no hay límites, porque no los hay.

Vaca, una de los 10 nominados al premio nacional por parte de la Federación Mexicana de Natación este año, cuenta entre sus reconocimientos el galardón Jean Borota 2012, reconocimiento que entrega el Comité Internacional para el Fair Play o juego limpio, por trayectoria y vida ejemplar.