Sociedad y Justicia
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Deforestación en 2016 fue del tamaño de Nueva Zelanda
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de octubre de 2017, p. 34

Nueva York.

La deforestación alcanzó un récord de 29.7 millones de hectáreas en 2016, equivalente a la superficie total de Nueva Zelanda, y representa un aumento de 51 por ciento respecto del año anterior, según la Universidad de Maryland.

Un informe difundido por el organismo civil Global Forest Watch, publicado esta semana, destacó que los incendios fueron probablemente una de las causas principales del aumento en la pérdida de zonas boscosas.

La pérdida de estas superficies aceleró su ritmo en 2016, debido a la dramática degradación relacionada con los siniestros en Brasil.

La acelerada tasa de la deforestación en 2016 fue causada además por la agricultura, la tala y la minería, de acuerdo con el informe, lo que revela la necesidad urgente de mejorar el manejo forestal.

Los incendios, que rara vez ocurren en bosques tropicales, suceden cuando el uso humano del fuego interactúa con las temperaturas extremas y la sequía.

La tendencia de 2016 se debió, en parte, a los efectos globales de El Niño, el segundo más fuerte jamás registrado, que provocó condiciones de sequía en los trópicos.

Contribuye la acción humana

Asimismo, la deforestación y la degradación causadas por los humanos también hacen que los bosques sean más propensos a los incendios al secar los climas locales.

El Niño también tiene un papel relevante en los bosques boreales y templados, donde el fuego ocurre de forma más natural. El cambio climático, sin embargo, está aumentando la intensidad y el costo de los incendios.

Un aumento en los siniestros forestales es preocupante en muchos niveles. Incluso en lugares donde estos eventos son una parte importante del ecosistema, grandes llamas pueden tener impacto importante en la salud humana y causar daño generalizado a la propiedad y la infraestructura, apuntó el informe.

La quema de bosques puede liberar enormes cantidades de carbono a la atmósfera, y en selvas tropicales donde tales incendios son raros, tiene gran impacto en la estructura del bosque y la biodiversidad.

Las interacciones de los siniestros tropicales con el cambio de uso de la tierra y el cambio climático podrían llevar a la muerte del bosque en el futuro en lugares como el Amazonas, de acuerdo con la investigación.