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Acusa al gobierno español de asestar un golpe de Estado contra la Generalitat

Puigdemont reitera su llamado a la UE para que medie en el conflicto catalán

Unos 200 alcaldes de Cataluña viajan a Bruselas para respaldar a los independentistas

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Alcaldes catalanes llegaron ayer a Bruselas para expresar su respaldo a Carles Puigdemont (al centro en la imagen) y al independentismo. Todos interpretaron el himno de Cataluña Els segadors (Los segadores)Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de noviembre de 2017, p. 25

Madrid.

Carles Puigdemont, el cesado presidente de la Generalitat de Cataluña, quien se encuentra en Bruselas desde el 27 de octubre, llamó a la Unión Europea (UE) a intervenir ante la sistemática violación de los derechos humanos de un Estado represor como el español y evitar que continúe el golpe de Estado que, a su juicio, sufrió su gobierno. Un pedido que hasta ahora no ha cosechado ningún apoyo, al menos de las principales instituciones comunitarias y de los países con mayor peso, que han expresado su firme apoyo al gobierno español.

El líder independentista cumplió este martes una agitada agenda que incluyó apariciones públicas; primero, en el programa matutino más popular de la radio pública catalana, atendió a reporteros en el Club de Prensa de Bruselas y, finalmente, en un acto con 200 alcaldes catalanes que viajaron a la capital de Bélgica para expresar su rechazo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y en apoyo a Puigdemont y a los ex consejeros Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret.

El objetivo de este nuevo paso en la estrategia de Puigdemont es internacionalizar el conflicto catalán, pero sobre todo llamar la atención de las instituciones europeas ante lo que considera un atropello flagrante de los derechos humanos y del propio espíritu con el que se fundó la comunidad de países más grande del mundo.

Puigdemont enumeró algunos hechos que han sacudido Cataluña en estos meses y que, finalmente, son consecuencia de su exilio en Bruselas; desde la represión policial en el referendo del primero de octubre, las sentencias en contra del Tribunal Constitucional español a sus actuaciones, hasta la aplicación del artículo 155, que implicó la destitución del gobierno, la disolución del Parlamento y la convocatoria a elecciones para el próximo 21 de diciembre. Además, el encarcelamiento de nueve miembros de su gobierno acusados, igual que él, de rebelión, sedición, malversación de recursos públicos y cohecho.

A través de los medios de comunicación, debido a que el Parlamento Europeo le cerró las puertas para celebrar ahí un acto público, Puigdemont preguntó: Señor Juncker, señor Tajani, ¿es esta la Europa que quieren? ¿Es esta la Europa que nos invitan a construir? ¿Aceptan o no los resultados de los catalanes? Porque si la gente respalda la decisión del Parlamento, ¿qué harán? ¿Continuarán ayudando a Rajoy en este golpe de Estado?

El destituido mandatario catalán añadió que el Estado español impone su fuerza por la vía de la represión. Nosotros, en cambio, nos crecemos ante los retos democráticos. El fascismo español, ayudado por el nazismo, fusiló y ejecutó a Lluís Companys (presidente catalán durante la Segunda República española). Es un fascismo que hoy, en 2017, de manera totalmente impune, participa en manifestaciones convocadas por el partido que gobierna España en estos momentos.

Y advirtió: nos enfrentamos a una ofensiva sin precedente, a un aparato judicial que pretende condenar con penas que sumarían 500 años a los miembros del gobierno. Pero nosotros acordamos que seríamos prudentes, moderados y cautos. El PP y el PSOE no asumen que tienen un problema político inmenso que no saben enfrentar de otra manera que con la represión.

Asimismo, insistió en que la comunidad internacional y Europa tienen que reaccionar porque está en juego la democracia, la libertad, la libre expresión, la no violencia. Es un reto enorme que todo el mundo debe asumir. Y al pueblo de Cataluña le pido que se prepare para un camino largo, porque nos enfrentamos a un Estado que está dispuesto a utilizar la violencia para que renunciemos a nuestros ideales, pero no lo conseguirán y seguiremos adelante hasta el final.

Puigdemont y los ex consejeros se dijeron preparados para ir a la cárcel si así lo decide la justicia, pero insistieron en que se trata de un atropello sistemático a los derechos humanos. Todo esto acabará en los tribunales internacionales y no será la primera vez que España pase una vergüenza, señalaron, al citar como ejemplos algunas de las sentencias que han ruborizado al sistema de justicia español, sobre todo desde el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, y en los casos del ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, o el del presunto miembro de Ekin, Xabier Beortegui, que denunció torturas tras ser detenido por la Guardia Civil en enero de 2011 y por el que Estrasburgo condenó a España debido a que no investigó lo sucedido.

En las calles de Bruselas también hubo manifestaciones en favor y en contra de la independencia, sobre todo a raíz de la visita de 200 alcaldes de Cataluña que cantaron el himno catalán en el centro de la ciudad y fueron custodiados por la policía ante el temor de enfrentamientos entre ambos bandos.

El sondeo electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas se presentó este martes y confirmó lo que otras encuestas ya apuntaban: la hegemonía electoral del derechista Partido Popular (PP) se mantiene, así como el segundo puesto del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pero en las plazas tercera y cuarta sí hay cambios importantes con el hundimiento de Unidos Podemos, que pierde algo menos de dos puntos porcentuales, y el ascenso de Ciudadanos, que gana tres puntos. La principal lectura de estos cambios son los efectos del conflicto catalán.

La encuesta otorga al PP 28 por ciento de intención de voto, frente a 28.8 que obtuvieron en el sondeo anterior, por 24.2 del PSOE, que en agosto obtenía 24.9. Los socialistas recuperaban terreno con el regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general de la formación y como consecuencia subían cinco puntos y recortaban a 3.9 la ventaja del PP. Ahora los separan 3.8 puntos.

Por su parte, Podemos y sus confluencias tienen 18.5 por ciento de intención de voto y Ciudadanos 17.5.