Guaymas, Son.

Dos hijos de Crisóforo Valenzuela, secretario de la guardia tradicional de la etnia yaqui en la comunidad de Rahum, fueron asesinados a balazos mientras trabajaban en el predio Wuacabam, al norte del territorio étnico, por lo que autoridades de la tribu solicitaron elementos de seguridad en los ocho pueblos indígenas.

Una llamada anónima reportó que sujetos armados que iban en un vehículo tipo sedan color blanco abrieron fuego contra Rey David y Omar Darío Valenzuela Luzanía –de 29 y 23 años de edad, respectivamente–, residentes en el barrio Aguileño en Pótam–, cuando trabajaban en la siembra y cosecha de sus tierras.

El cadáver de uno de los jóvenes quedó a un costado de la carretera que conduce a Rahum, mientras el otro fue encontrado dentro de una máquina que se utiliza para actividades agrícolas. Ambos tenían impactos de bala.

Fuentes extraoficiales reportaron que había más personas adentro del terreno, haciendo labores de campo; sin embargo, al escuchar las detonaciones huyeron en dirección a la carretera internacional número 15.

Ambos asesinatos se cometen dos días después de que una mujer de 73 años fue ultimada a balazos junto con su esposo de 72, mientras acudían a un terreno a cortar leña para cocinar sus alimentos en Pótam.

César Cota Tórtola, capitán de Lomas de Guamúchil, señaló que la comunidad yaqui enfrenta una ola de violencia que afecta a la sociedad civil, por lo que solicitó a las autoridades policiacas reforzar la seguridad.

El también vocero de la tribu señaló que la disputa entre grupos criminales ha llegado a cobrar la vida de personas inocentes, como los ancianos que fueron acribillados en su casa ubicada en Pótam el pasado martes.

Estos hechos no están relacionados a conflictos de la tribu, ni por el gasoducto o el acueducto Independencia; la mafia es la culpable de todo lo que está pasando en Pótam y Vícam, ya tiene años así, queremos más policías federales y estatales en los ocho pueblos para atacar a la delincuencia, exigió Cota Tórtola.

En entrevista, señaló que el crimen organizado ha ganado terreno a las autoridades policiacas en las comunidades indígenas, donde las organizaciones pelean la plaza para la venta de metanfetaminas, sin que ninguna autoridad intervenga. Esta lucha no es entre familias, es de la mafia que está en todas partes, hay adolescentes, jóvenes y adultos ahí metidos, ellos no quieren saber de edades, afirmó.