Opinión
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En El Chopo

Resiliencia chopera

D

muchos años el Tianguis del Chopo fue algo así como el búnker de jóvenes poseedores de inquietudes culturales alternas a las oficiales. Punks y progres fueron los primeros en pisar los terrenos de un incipiente tianguis ochentero instalado en la banqueta del Museo Universitario del Chopo, localizado en Santa María la Ribera.

Ya ha corrido mucha agua desde entonces y, sólo como dato, hay que consignar que el Chopo alcanzó su esplendor ya instalado en su domicilio actual, Aldama entre Sol y Luna, espacio donde los chavos de todas las edades –desde 12 a 70 años– se sentían libres. Integrantes de todas las culturas juveniles alrededor del rocanrol de las pasadas cinco décadas así lo asumían. Eran rebeldes sin causa y jipis tardíos; seguidores del heavy metal, del ska, reggae, hard rock, sicodélicos, hip hop, rupestres, en general de todas las corrientes del rock mexicano.

Radio Chopo se volvió la catedral en la que cada sábado se oficiaba una esperada liturgia, en la que el rock en vivo era el protagonista. Ahora, nostalgias aparte, el nuevo comité de representación del Chopo busca recuperar ese escaparate rocanrolero/cultural que poseía el tianguis que, por diversas circunstancias, fue a la baja.

Una de las estrategias para resarcir lo que la tecnología y, por qué no decirlo, algunas malas decisiones provocaron, será convocar a músicos y artistas de diversas disciplinas coon la finalidad de que soliciten fechas para presentar sus trabajos en terrenos choperos. Pueden obtener informes todos los sábados en la carpa instalada en Camelia y Aldama.

Disco debut del grupo Fausto

Con un concierto en el Hilvana, Guillermo, teclados; Edwin, voz, y Víctor, batería, junto con sus invitados Pablo Novoa, Garza y José Luis Segura, presentaron de manera oficial y sonora el disco físico de la agrupación Fausto. Llamado Homónimo, está integrado por 10 canciones y un manifiesto –Somos todos Ayotzinapa: 43 líneas–, escrito por Rodolfo de Matteis. De esta producción, ya rotan en diferentes plataformas tres videos: Huracán, Frío y Detén mi caída.

Antes de tocar en vivo esa noche de jueves, los integrantes de Fausto platicaron sobre las intenciones, tanto musicales como de concepto de este material. Afirmaron que el hilo conductor de su trabajo es la nostalgia, como elemento reivindicador de lo que se hacía a principios de los años 90: la camaradería entre músicos, la manera de hacer un disco, desde su grabación, pasando por el arte/diseño, hasta llegar a manos del comprador, quien gozaba desde que escuchaba el ruido que se producía al romper el celofán que cubría el disco, desplegar el cuadernillo con información y encontrar un producto asombroso llamado disco compacto.

En cuanto a la música, en efecto, en la decena de rolas se pasean diversos sonidos noventeros. Algunos acordes y ciertas líneas melódicas, harán recordar a ciertas bandas de esa época.

Es un disco visceral, introspectivo, muy de nosotros. Esperamos que la gente se permita escuchar lo nuevo, que oiga el disco completo, incluyendo el manifiesto que retoma lo contestatario que debe tener el rock opinaron, unánimemente, los músicos de Fausto, quienes informaron que Homónimo también está en formato digital.