La Arquidiócesis de México criticó los altos sueldos de los funcionarios públicos en comparación con lo que ganan los trabajadores en general en el país, muchos de los cuales viven con un salario mínimo.

En el editorial del semanario Desde la fe, titulado Funcionarios de lujo, expuso que las marcadas diferencias en los sueldos son el reflejo de las notables desigualdades.

Resaltó que a casi un año del fin de la presente administración y de la actual legislatura del Congreso de la Unión, los representantes populares decidieron subir sus salarios, pese a las circunstancias de pobreza, marginación y urgente reconstrucción que imperan en el país.

Añadió que incluso con el desafío de la reconstrucción como importante pendiente, el presidente de la República, diputados y senadores, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y consejeros de organismos autónomos no vieron ningún pase de tijera en sus bolsillos; al contrario, las bondades de este sistema demócrata y republicano terminarán por compensarlos pese a sus errores e ineficacias, que comprometen el futuro de millones de personas, quienes jamás verán tal cantidad de dinero en sus casas o bolsillos.

Indicó que enunciar estos privilegios no es ocioso, pues el funcionamiento de una democracia no puede tolerar estos despilfarros a funcionarios con escasos y cuestionables resultados, mientras a un trabajador se le esquilma y regatea un miserable salario de 80.04 pesos al día.

Detalló que en tres sexenios (de 2000 a 2017) el salario mínimo sólo aumentó 42.14 pesos, mientras 62 millones de personas viven bajo la línea del bienestar. Criticó que para 2018 haya incremento en las compensaciones y sueldos de altos mandos de la burocracia, lo que raya en la obscenidad económica más indignante.

Señaló que sin trabajar un año completo, en 2018 el presidente de la República tendrá una remuneración total neta de 3 millones 115 mil 531 pesos, contra los 3 millones 2 mil 971 pesos de 2017, con una percepción ordinaria de 207 mil 591 pesos.

Acotó que el gabinete no se queda atrás, pues cada secretario de Estado tuvo un aumento de 4 mil 500 pesos en sus remuneraciones anuales, sin contar las notables prestaciones, que suman un millón 200 mil pesos.

Subrayó que los diputados federales sólo tuvieron un recorte de 24 mil 153 pesos al salario anual, pero sus prestaciones subieron, mientras los senadores recibirán en 2018 un aumento de casi 89 mil 500 pesos.