Política
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González Pedrero alerta de totalitarismos

Se volvió la política herramienta que lleva al desastre

Sigue la amenaza de armas atómicas, recuerda

 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de noviembre de 2017, p. 19

Aunque la política surgió como un medio para que los seres humanos se encontraran entre sí y abordaran temas de interés común, dicho ámbito se ha convertido en una herramienta que ha llevado al desastre a las sociedades, especialmente en una época donde sigue vigente la amenaza del totalitarismo y de las armas atómicas.

Así lo afirmó el diplomático y escritor Enrique González Pedrero, quien impartió una conferencia magistral en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, de la Universidad Nacional Autónoma de México, a propósito de la obra de la pensadora alemana Hannah Arendt.

Tras subrayar que dicha autora fue una de las mujeres más inteligentes del siglo XX, el ex gobernador de Tabasco –quien este año fue reconocido por la máxima casa de estudios con el doctorado honoris causa– destacó que el rol de la política tiene un carácter ambiguo, pues al mismo tiempo que puede servir para resolver problemas, también los ha causado.

De acuerdo con Arendt, recordó, la política surge como un medio para que los seres humanos se relacionen entre sí, pero cuando tiene un carácter omnipresente, surgen los totalitarismos, donde la vida de las personas está politizada en todos sus aspectos y, por tanto, no hay libertad.

En este sentido, la filósofa indica que al parecer “todos los problemas políticos van a dar a un callejón sin salida. La amenaza de los estados totalitarios y de las armas atómicas –y sobre todo la coincidencia de ambos– es un problema tan complejo que es casi imposible imaginar una solución satisfactoria”, más allá de esperar un auténtico milagro, subrayó González Pedrero.

El tema es de gran actualidad, enfatizó, en momentos en que los presidentes de Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, respectivamente, no parecen muy dispuestos a ejercer lo que debiera ser su oficio, con todo lo que esto implica no sólo para ellos, sino para el resto de la humanidad. Por tanto, de ahí viene la obligación de todo el mundo de intervenir en un asunto que nos atañe a todos.