Sociedad y Justicia
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La UNPFA señala retrocesos por la alternancia en el poder

Las políticas reproductivas no deben cambiar según el partido gobernante
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de diciembre de 2017, p. 35

En los países en desarrollo, cada año se dan más de 88 millones de embarazos no deseados, 48 millones de abortos y un millón de bebés que nacen muertos. En México ha habido avances en el combate a la mortalidad materna y los embarazos de adolescentes, pero también retrocesos, porque estas políticas dependen del partido que llega al poder.

En la presentación del informe Mundos aparte: la salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNPFA, por sus siglas en inglés), el representante del organismo para México, Arie Hoekman, sostuvo que las políticas de salud reproductiva no pueden estar sujetas a las elecciones y los partidos que gobiernen.

La secretaria general del Consejo Nacional de Población, Patricia Chemor, apuntó que en nuestro país se han reducido ligeramente las tasas de embarazo en adolescentes, pero no ha sido fácil, sobre todo porque en los dos gobiernos anteriores –es decir, los panistas–, se abandonaron esas y otras tareas para atender la mortalidad materna.

Actualmente hay servicios de atención a las mujeres en mil 864 municipios, pero falta un amplio trecho, porque deben ser 2 mil 500, aseguró.

El representante de la UNPFA citó datos del informe: cada día 800 mujeres mueren durante el alumbramiento, 95 por ciento de los partos en adolescentes ocurre en países en desarrollo, las mujeres de 20 por ciento de los hogares más pobres tienen poco o ningún acceso a servicios de salud sexual y el matrimonio infantil es más frecuente en los países en pobreza.

Hoekman dio a conocer las 10 medidas para reducir la desigualdad en este campo: llegar hasta las mujeres más pobres con atención esencial de salud materna y prenatal; ofrecer planificación familiar, con prioridad a quienes viven en 40 por ciento de hogares de más bajos ingresos, y prestar servicios de protección social universal.

Asimismo, instrumentar acciones que permitan a las mujeres incorporarse o permanecer en la fuerza de trabajo, adoptar políticas para incrementar los ingresos de la población más pobre, eliminar los obstáculos para que las niñas tengan acceso a la educación secundaria y superior y trabajar en pos de la medición de todas las dimensiones de la desigualdad, entre otros.

Rufino Luna, director de salud reproductiva del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, expuso que en México es necesario que las políticas de salud sexual lleguen a las zonas más regazadas, ya que –por ejemplo– Chiapas, Oaxaca y Guerrero tienen los más bajos índices de uso de metódos anticonceptivos.

Oriana López Uribe, directora ejecutiva de Balance Promoción para el Desarrollo y Juventud, comentó que en el país hay buenas políticas en la materia, pero muchas veces se quedan en el papel y no se concretan. Añadió que a los jóvenes que se acercan a los sistemas sólo les dan condones y no una atención integral.