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El país enfrenta una emergencia en desapariciones, afirman

Caravana de búsqueda logra reunir a madre e hijo, tras 16 años separados
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de diciembre de 2017, p. 10

San Cristóbal de Las Casas, Chis.

La hondureña Clementina Murcia, integrante de la Caravana de Madres Centroamericanas de Migrantes Desaparecidos, dijo que aunque no lo demuestre, por dentro está bien alegre, porque después de 16 años se encontrará con su hijo Mauro Orlando Funes Murcia. Contradictoria, sostuvo que al mismo tiempo siente tristeza, porque nada sabe de su otro hijo, Jorge Orlando Funes Murcia, desaparecido desde hace 30 años.

Yo les digo a quienes tienen hijos desaparecidos que no se desesperen, porque esto empieza. Tengo 16 años de no saber nada de mi muchacho, hasta ahora que me voy a encontrar con él en Guadalajara. Las madres somos valientes por el amor a nuestros hijos, porque los amamos, afirmó.

Yo andaba en busca de dos pero ahora ya sólo de uno, porque ya encontré a Mauro después de tantos años de andar en la caravana luchando; no luchamos en vano, porque se llegará el día para cada una de nosotras; no debe de estar triste uno porque unas encuentran y otras no, más bien hay que levantarse para seguir adelante, agregó.

Si Dios lo permite voy a seguir viniendo

Su compañera de viaje, Josefina Isabel Ventura, de El Salvador, tiene 81 años de edad y ésta es la cuarta vez que participa en la caravana, porque tiene la esperanza de hallar vivo o muerto a su hijo Williams Gustavo Pérez Ventura, quien desapareció en Oaxaca hace 16 años. Si Dios me lo permite voy a seguir viniendo, porque hay madres que han encontrado a sus hijos hasta 30 años después, señaló.

La nicaragüense Adelina Ramos Villareyna dijo, por su parte, que tener a un hijo desaparecido es un dolor tan grande que no se puede comparar. Mi hijo se perdió hace ocho años y no sé nada de él.

Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano, consideró que México vive una emergencia en el tema de desapariciones no sólo de migrantes, por lo que continuaremos exigiendo justicia; la caravana sigue viniendo y atravesando el país no sólo para buscar a los indocumentados desaparecidos, sino para denunciar y visibilizar más el tema.

Explicó que las madres vienen con el mismo propósito del primer año: Encontrar a sus hijos y exigir al gobierno mexicano que los busque.

Después de participar en un encuentro con miembros de Voces Mesoamericanas, las madres y otros familiares de los desaparecidos escribieron en una manta frases, las huellas de sus manos o dibujaron corazones, con ideas basadas en las palabras memoria, lucha y esperanza.

Poco después el grupo se dirigió a Tuxtla Gutiérrez –donde pasaría la noche–; ahí presentó una exposición de fotografías y se reunió con organizaciones sociales, las cuales les manifestaron su apoyo.