Con sus compañeros de coalición electoral (Partido Verde y Nueva Alianza), el PRI pretende aumentar 25 por ciento su votación en la contienda presidencial del año próximo. Desde ahora alista el fortalecimiento de un ejército de promotores y defensores del sufragio.

Según el Plan Nacional de Elecciones 2018, el tricolor tiene la meta de alcanzar 24 millones de votos, 5 millones más que los conseguidos por Enrique Peña Nieto en 2012, cuando compitió –y ganó– en bloque con el Verde.

Por primera vez el PRI va a un proceso federal con un candidato simpatizante, no militante, característica que tomaron en cuenta los estrategas, bajo el cálculo de una participación ciudadana idéntica a la de hace seis años: 63 por ciento de la lista nominal.

En 2012, Peña Nieto ganó en 20 entidades; logró 19.2 millones de votos, equivalentes a 38.20 por ciento, contra ocho entidades obtenidas por Andrés Manuel López Obrador, el candidato de la izquierda, con 31.57 de los sufragios. En ese año, Gabriel Quadri fue abanderado de Nueva Alianza y consiguió 1.1 millones de votos, equivalentes a 2.29 por ciento.

Es decir, la meta de avanzar en 5 millones de votos en 2018 se funda, básicamente, en la figura de su candidato presidencial simpatizante, José Antonio Meade, así como en una eficiente promoción y defensa del voto de la coalición tripartita Meade, ciudadano por México.

Según este plan nacional, el PRI moverá a 7.1 millones de personas. Aquí se incluye a los representantes para organizar la promoción del voto (evaluación y seguimiento) y a su estructura jurídica electoral, a fin de garantizar al menos tres personas en todos los municipios del país.

Del primer punto, serán 32 representantes estatales, 300 auxiliares regionales (uno por distrito), 2 mil 462 representantes municipales y 25 mil 67 de zona.

En cuanto a la protección del sufragio, igualmente sería uno por cada entidad y 160 auxiliares jurídicos estatales; 2 mil 462 municipales, 12 mil 300 auxiliares jurídicos municipales, y 21 mil 300 abogados de ruta para acompañar a los representantes generales.

En el apartado estructura territorial y de activismo, es decir, desde el que reparte propaganda hasta los organizadores de la movilización, habría 6.4 millones de priístas, quienes se sumarían a los 723 mil representantes de casilla. Es por ello que el tricolor calcula movilizar en 2018 a 7.1 millones de personas.

Todos ellos se comunicarán mediante herramientas tecnológicas y el día de los comicios tendrán la tarea de enviar información inmediata, pero, sobre todo, defender el voto.

Vamos a ganar con un ejército humano, se lee en el documento, cuyas claves claras, concretas, concisas y alcanzables se difundirán para hacer frente a la elección más grande de la historia.

En 2018 todos los electores podrán elegir Presidente de la República; en 27 estados habrá elecciones de diputados locales; en 25, comicios para renovar el mando, en conjunto, de mil 614 alcaldías y, por supuesto, están en juego 128 senadurías, 500 diputaciones y nueve gubernaturas.