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Balance de la Jornada

Ocho horas al día con Caixinha

E

n plena embriaguez de la fiesta desatada por el título, el millonario equipo de la UANL anuncia que la hazaña amerita un nuevo refuerzo bomba, otra figura internacional para 2018… Como si hiciera falta, como si la final Monterrey-Tigres no hubiese arrancado sonrisas irónicas cuando se entonaba el himno nacional frente a futbolistas que desconocían la letra, las estrofas, la entonación...

Cuando Ferretti salió de Pumas, lo hizo decepcionado porque no le daban refuerzos, pero llegó a la tierra de la abundancia y se desquició. Tigres rezuma dinero y la Liga Mx está cerca de convertirse en un remedo de la Liga española. Allá –como decía Carlos Miloc–, el torneo es un partido de tenis, con sólo dos contrincantes (Barcelona y Real Madrid); acá habrá apenas un puñado de aspirantes reales, los de máximo poder económico.

El club felino lo hace muy bien. Nada de a muertito a lo largo del certamen, sin esfuerzo se mantiene entre los punteros (Gignac Big Mac puede engordar si le place, Dueñas meterse en líos de faldas, Valencia hibernar, etcétera), pero Ferretti tiene los tiempos medidos y ajusta tuercas en el momento preciso, le basta aplicarse –sólo lo necesario– en la liguilla, y ¡zas!, suelta el zarpazo demodelor en el tranco final.

Miguel Herrera quiere regresar el tiempo y recuperar los eslabones perdidos: Rubens Sambueza, Miguel Layún y alguno más de su fórmula ganadora. El Piojo está obsesionado en reconstruir al América campeón y difuminar el dicho de que segundas partes nunca fueron mejores, pero le toca ceñirse al presupuesto, así que los pocos movimientos rumbo al Clausura 2018 tienen que ser certeros.

Otro equipo que se aferra a la grandeza de su pasado es Cruz Azul, y en aras de iniciar una era exitosa apostó por Pedro Caixinha, quien de un plumazo echó del altar al último ídolo celeste. El consentido Chaco Giménez no pudo irse con mayor satisfacción que la de haberse incrustado en el corazón de los sufridos seguidores cementeros. Se va sin hacer pataletas, esperanzado en que el técnico luso haga despegar a su hijo Santiago.

Caixinha aterrizó en Santos Laguna en 2012 e impuso jornada laboral de ocho horas. Desde luego, la medida no gustó, pero todos acataron y los resultados no se hicieron esperar con las conquistas de Copa Mx en el Apertura 2014, Liga Mx en el Clausura 2015 y Campeón de Campeones 2014-15. Aires aventureros hicieron volar al técnico luso hacia nuevos rumbos.

Algo tiene Caixinha que en Santos Laguna todavía lo extraña el directivo Alejandro Irarragorri, quien hace unos meses se lanzó a Europa a buscarle un clon. El estratega, también amante de la fiesta brava, tiene una metodología singular, y luego de su paso intrascendente en Qatar y Escocia comprendió que como México no hay dos. Cruz Azul no sólo paga muy bien, además, representa un reto deportivo apetecible.

Ya sin vacas sagradas y con el capitán Chuy Corona dócil, de su lado, el portugués despliega su método y en el plantel celeste se hacen a la idea de trabajar como cualquier otro mortal: ocho horas. La generalidad de los clubes de la Liga Mx entrenan apenas entre dos o tres horas al día. Es decir, consumen en su principal actividad un promedio máximo de 4 horas.

Cuando el resto de los clubes adopte ese horario, mucho podría mejorar la liga. A Monterrey, por ejemplo, le hace falta entrenar intensamente el cobro de penales. Los futbolistas se resistirán al máximo; el rumor apunta que el Chepo de la Torre no sólo tuvo roces con Irarragorri, sino que los jugadores le tendieron la camita por haber mantenido la jornada laboral que dejó Caixinha.

Los Tuzos del Pachuca llegan motivados desde Abu Dabi tras haber obtenido el tercer lugar en el Mundial de Clubes, enfrentarán el jueves en la final de la Copa Mx a los alicaídos –y casi mudos– Rayados del Monterrey, que todavía no se reponen del mazazo que significó haber perdido una segunda final en su majestuoso estadio.

Que se preocupe Juan Carlos Osorio. Carlos Vela pudo ser un grande, tenía con qué, pero hoy está a punto de salir de la Real Sociedad y aterrizar en la floja MLS. Chicharito Hernández intenta retomar nivel ante el desdeñoso David Moyes, mientras que Hirving Lozano cayó en la aridez, suma cinco partidos sin gol, y Andrés Guardado está lesionado.