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Este año se celebró el centenario de Amalia Hernández, fundadora del Ballet Folklórico

Nuevo Cascanueces y versión completa del Lago de los cisnes, lo destacado en danza
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Escena de Akto zero, dirigida por Diana Eden, con discursos inspirados en David Lynch, Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick, en noviembre de 2017Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de diciembre de 2017, p. 4

A lo largo de 2017 importantes compañías nacionales e internacionales, como la Compañía Nacional de Danza, los ballets Folklórico de México, Nacional Holandés y Nacional de Marsella, así como la agrupación china Guangdong Modern Dance, se presentaron en diferentes escenarios del país y cada una mostró por qué la expresión corporal impulsa el desarrollo artístico.

La Compañía Nacional de Danza ofreció en el Palacio de Bellas Artes dos temporadas del montaje completo de El lago de los cisnes, con las cuatro escenas en dos actos, acompañados de la música de Piotr Ilich Chaikovski. La versión coreógrafica de Mario Galizzi está basada en la original de Marius Petipa y Lev Ivanov.

Esta pieza no se encontraba en el repertorio de la compañía, toda vez que es diferente a la versión de la isleta del lago menor de Chapultepec. Llamó la atención de Galizzi, cuando llegó a la agrupación, que una “compañía como ésta, con esta trayectoria, tenga obras como Romeo y Julieta y no tuviera un Lago de los cisnes como corresponde”.

En los roles principales de la temporada participaron Mayuko Nihei, Blanco Ríos, Agustina Galizzi, Ana Elisa Mena, Argenis Montalvo y Erick Rodríguez. Se sumaron a las filas de la compañía Yoali Sausa, así como los solistas Sebastián Vinet, proveniente de Chile, y Gerardo Wyss, ex integrantes del Teatro Colón de Buenos Aires.

La agrupación dirigida por Galizzi sorprendió al público mexicano con el estreno de Mannon, del coreógrafo Kennet MacMillan, cuya trama de amor, prostitución, huidas e infidelidades mostró a personajes verosímiles. La compañía efectuó dos temporadas de esta obra, la cual contó con música en vivo de la orquesta del teatro de Bellas Artes, bajo la batuta de Srba Dinic.

Para finalizar el año, la compañía presentó su tradicional temporada navideña de El cascanueces, con nueva escenografía, que incluyó el diseño de un enorme huevo Fabergé, iluminación y vestuario.

En marzo, la compañía de danza Aksenti estrenó la puesta Nisi Dominus en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. El espectáculo del coreógrafo y director del grupo, Duane Cochran, estuvo integrado por dos piezas con música del Concerto grosso número 1, de Alfred Schnittke, y Nisi dominus, de Antonio Vivaldi, que fue interpretada por el ensamble Armonia.

Manasés y la esquizofrenia es la coreografía narrativa que ofreció en agosto la compañía Laleget Danza, dirigida por Diego Vázquez, quien explicó que la propuesta musicalizada con el doble concierto de Johannes Brahms giró en torno a un soldado que sufrió un trauma por la guerra y tenía el deseo de olvidar lo que vivió.

Este año se conmemoró el centenario del natalicio de Amalia Hernández (1917-2000), fundadora del Ballet Folklórico de México, por lo que en septiembre se realizó una función de gala en el Auditorio Nacional, en la que participaron 100 integrantes del ballet, quienes fueron acompañados por la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de México.

Como parte de los festejos en la galería abierta del Bosque de Chapultepec se montó una exposición fotográfica. En el Palacio de Bellas Artes se realizó una gala con la agrupación de Hernández, en la que participó la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Eduardo García Barrios.

Para la edición 45 del Festival Internacional Cervantino (FIC), arribaron a México compañías internacionales como la china Guangdong Modern Dance, que fascinó al público con la coreografía Más allá de la caligrafía, de la coreógrafa y directora de la agrupación, Liu Qi.

Otro espectáculo que se disfrutó primero en Guanajuato y después en la Ciudad de México fue Pixel, con la Compañía Käfig, bajo la dirección de Mourad Merzouki. La obra mostró cómo los humanos se han expuesto a imágenes, videos y medios digitales, que ya integran su vida cotidiana.

También en el FIC se presentó el Ballet Nacional de Marsella, con Rocco, de los coreógrafos Emio Greco y Peter C. Scholten. La pieza exploró los vínculos entre la danza y el boxeo.

Después de casi dos décadas de ausencia, llegó nuevamente a tierras mexicanas el Netherlands Dance Theater de Holanda. El grupo, considerado top company a escala mundial, se presentó en Guadalajara. La particularidad del repertorio de la compañía se sustenta en las piezas creadas por los coreógrafos Johan Inger, Hans Van Manen, Edward Clug, Paul Lightfoot y Sol León.

Como en años anteriores Elisa Carrillo, primera bailarina de la Staatsballet en Berlín, brindó en julio una gala en el Palacio de Bellas Artes, que dedicó a la bailarina y coreógrafa Amalia Hernández con motivo del centenario de su nacimiento.

Isaac Hernández, primer bailarín del Ballet Nacional de Inglaterra, también se presentó en el país con la gala Despertares, en la que participaron renombrados bailarines de diversas compañías internacionales. El espectáculo se realizó en agosto en el Auditorio Nacional.

Para Julio Bocca 2017 también fue un año muy especial. El icono del ballet argentino fue homenajeado en abril en el David H. Koch Theater del Lincoln Center. En la gala participaron más de una docena de destacados bailarines de la escena mundial, como Nina Ananiashvili y las españolas Tamara Rojo y Lucía Lacarra.