El Programa de Pensión de Adultos Mayores en 2016 abarcó a una población de 5.7 millones de personas de más de 65 años, pero debido a los ajustes presupuestales ya no se ha incorporado a más beneficiarios. El apoyo económico debería ser equivalente a la línea de bienestar mínimo -actualmente es la mitad del costo de la canasta alimentaria rural-, y se requiere coordinación con el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), lo cual no ocurre.

Estas fueron algunas de las observaciones que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al programa, porque consideró que quienes reciben los apoyos también deberían tener la tarjeta del Inapam y planteó a la Secretaría de Desarrollo Social analizar la factibilidad de integrar al programa al Sistema de Pensiones de tipo contributivo, así como capacitar acerca de los cuidados a los adultos mayores que presenten alguna discapacidad.

En el documento el Coneval considera que el programa ha demostrado su eficiencia en la entrega de apoyos económicos a las personas beneficiarias,.

El programa busca asegurar un ingreso mínimo y apoyos de protección social a quienes no cuentan con una jubilación o pensión de tipo contributivo, y otorga a sus beneficiarios ayudas económicas de mil 160 pesos por bimestre, 580 pesos mensuales, casi la mitad de lo que representa la canasta alimentaria rural que es de mil 52 pesos, en tanto que la urbana asciende a mil 475 pesos mensuales. Otra debilidad del programa es la falta de articulación con el sistema de pensiones de tipo contributivo.