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La Sener prevé que dentro 14 años habrá en México 3.6 millones de esas unidades

Cuestionan beneficios ambientales de los autos eléctricos; baterías son muy tóxicas

Greenpeace plantea que se debe apostar más al transporte público eficiente y de calidad

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Imagen del Tesla 3 sedán, con precio desde 35 mil dólares (poco más de 680 mil pesos al tipo de cambio de este fin de semana). La firma cuenta también con unidades de lujoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de enero de 2018, p. 17

En los próximos 14 años, 7.1 millones de nuevos vehículos circularán por las calles y autopistas del país, de los cuales, la mitad (3.6 millones) corresponderán a carros de motor eléctrico, según proyecciones de la Secretaría de Energía (Sener).

Sin embargo, diversas organizaciones ambientalistas alertan que dicho medio de transporte también es altamente contaminante, porque las baterías de litio que utilizan son muy tóxicas y para su recarga se utiliza electricidad obtenida de la quema de combustibles fósiles.

La producción de autos eléctricos implica el uso de otros metales para la fabricación de las baterías, y el manejo de los desperdicios de éstas una vez que dejan de estar en uso, señaló Anna Cederstav, codirectora ejecutiva de la Asociación Iberoamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).

Consideró que si bien los autos eléctricos pueden mejorar drásticamente la calidad de aire en las ciudades, la generación de energía y contaminación ocurre en otra parte.

Por supuesto, los impactos serán para las personas que viven donde se genera esta electricidad, que normalmente dependerá de combustibles fósiles y por lo tanto no se resuelve el asunto de las emisiones a la atmósfera. Lo ideal sería que los autos eléctricos obtuvieran su energía de fuentes renovables, tales como paneles solares, puesto que se pierde mucha energía si la electricidad se transporta por cables de alta tensión, señaló la especialista.

De acuerdo con Greenpeace México el problema de los autos eléctricos no se trata sólo del tipo de combustible o energía que utilizan, sino que tiene que ver con la disposición final de los residuos y el espacio público.

Por ello, consideramos que debe apostarse más por transporte público eficiente y de calidad así como el transporte no motorizado con infraestructura adecuada, señaló Edith Martínez, vocera de la organización internacional en el país.

Otro de los problemas relacionados con el mercado de autos eléctricos está relacionado con el hecho de que la materia prima que se utiliza para la fabricación de las baterías y componentes electrónicos (similares a los que tiene un teléfono celular) contienen minerales como el litio, el cobalto o la argenta, que normalmente son extraídos en el continente africano.

“Para empezar la extracción no siempre es un fare trade (comercio justo) y tenemos algunos problemas muy equiparables a lo que eran los diamantes de sangre, donde la explotación está hecha por grandes compañías, pero no respetando siempre el desarrollos socio político de las regiones”, señaló Alejandro Zendejas, catedrático de la Universidad Iberoamericana y especialista en el sector transporte.

En entrevista señaló además que mover la materia prima hacia los puntos de fabricación de las baterías y componentes de los motores representa un reto logístico que implica una huella ambiental bastante fuerte, porque interviene una cadena muy compleja que incluye barcos, aviones y trenes.

El especialista dijo que en el país no existen protocolos para el desecho de los vehículos y los particulares regularmente no lo hacen por cuenta propia debido a que implica un gasto muy oneroso.

Adelantó que el cumplimento de las previsiones de la Secretaría de Energía, en el sentido de que para 2031 habrá 3.6 millones de vehículos eléctricos, depende del desarrollo de infraestructura de recarga de los mismos y también de que los avances tecnológicos permitan una disminución en el precio de las baterías.

Los autos eléctricos cuestan 20 por ciento más que sus equivalentes a gasolina, señaló el director ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Guillermo Rosales.

Entre los modelos que actualmente se encuentran en el mercado mexicano destacan autos como el Leaf, de Nissan, con precio desde 499 mil 900 pesos, el Volt, de General Motors, cuya versión más económica cuesta 698 mil pesos y el Tesla, cuyo precios oscilan desde 680 mil a un millón 30 mil pesos. Entre los modelos más populares de autos híbridos (que combinan el motor de gasolina con las baterías eléctricas) está el Prius, cuyo precio base es de 383 mil 400 pesos, de acuerdo con sus respectivas páginas de Internet.

El directivo de la industria automotriz refirió que debido al alto costo de las unidades actualmente los autos híbridos y eléctricos representan menos de medio punto porcentual de las ventas totales de autos en el país y coincidió en que el desarrollo del mercado irá de la mano con el desarrollo de tecnología para abaratar costos y de infraestructura adecuada en el país para la recarga de las baterías.

Si bien señaló que una unidad eléctrica tiene la ventaja de disminuir considerablemente el gasto en combustible y de que, al tener menos piezas, sufre de menor desgaste que los coches de motor a gasolina y las reparaciones son más económicas, reconoció que una de los principales desafíos es la disposición de los residuos, principalmente de la batería al final de su vida útil, aunque aseguró que el país tiene normas ambientales que se deben cumplir en la materia.