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Jazz

Daniel Wong, una cervantina colección de discos

A

la ingenuidad apocalíptica que afirma que los discos físicos están al borde de la extinción, habrá que platicarles que en tan sólo cuatro años, Daniel Wong ha grabado, presentado y promovido 13 discos compactos; ya como solista, ya en diferentes dúos, o bien en sendos triunviratos de gran factura.

La capacidad instrumental de este pianista (Ciudad de México, 1965) había sido conocida y reconocida a través de los años, como parte de diferentes combos o como profesor de la Escuela Superior de Música. En 2001 se empleó como maestro de piano en la Universidad de Texas y poco después una compañía de cruceros lo contrató para recorrer el mundo tocando clásicos ligeros, jazz y algunos temas pop.

Por fortuna, en 2003 el pianista decidió regresar a México para dar rienda suelta a una intensa y cervantina actividad en los estudios de grabación. Y por fortuna también, el maestro ha accedido a comentar brevemente cada uno de estos discos para esta columna.

Daniel Wong–Piano solo (2013)

“Es mi debut como artista de jazz con la idea de grabar temas originales. Fue una decisión muy importante, porque recién llegaba yo de Estados Unidos, donde hay un registro, un archivo de casi todo lo que se hace musicalmente a nivel amateur y profesional. Tú puedes recurrir a estos registros y escuchar, por ejemplo, lo que grabó Michael Brecker a los 13 años.

Y en México no existe este tipo de archivos. Grandes artistas mexicanos de jazz y de otros tipos de música se han perdido ese acervo, porque no existe la cultura de la grabación a nivel profesional o estudiantil en las escuelas de música. Para mí era demasiado importante empezar a hacerlo con mi música, con una propuesta artística improvisatoria, basados en mis experiencias de los años pasados trabajando en los cruceros, por eso la mayoría de los temas tienen nombres de ciudades.

Mad Trío-Mad Trío (2013)

El Mad Trío se genera a partir de que Mario García (piano), Arturo Báez (contrabajo) y yo éramos la sección rítmica de la Big Band Jazz de México en esos momentos. Nos sentimos demasiado a gusto trabajando juntos, musicalmente y como amigos, y hacíamos un clic muy importante como sección, lo cual es muy fundamental en un trío; tienes que estar interconectado hasta los huesos.

El trío se generó muy naturalmente, no teníamos el propósito de armar uno , esto se dio enteramente en el trabajo. Mario García se lo platicó a Salvador Tercero y él nos produce todos los aspectos de grabación en su Sala de Audio. Todos los temas son de nosotros.

Ingrid Beaujean y Daniel Wong-Miércoles (2014)

“Nuestra relación musical se genera ahí mismo, en la Big Band Jazz de México. Es curioso, porque la big band sí es un grupo que toca música comercial para vender discos; sin embargo, los elementos tenemos diferentes ideologías a nivel personal. Así que cuando nos conocimos surgió la propuesta de hacer el dueto, con 50 por ciento de los temas compuestos por cada uno.”

Wong Gang-Wong Gang (2014)

“Es un proyecto con mi hermano Pablo, por supuesto. Y el nombre es muy curioso, porque no se lo pusimos nosotros, se lo puso el Betuco. Cuando recién llegué de Estados Unidos fuimos a tocar al Papá Beto, pero todavía no tenía nombre la banda y el Betuco nos decía: ‘Se reúne la mafia china’ y salió y puso en el pizarrón de la entrada La Wong Gang. Él nos bautizó.”

Daniel Wong-Impro (2014)

“Para mí, éste es un disco histórico, no porque lo haya grabado yo, sino por el instrumento que tuve oportunidad de utilizar es una parte muy importante de la grabación. El disco fue inspirado por el instrumento. Es un piano que fue fabricado por la compañía Bösendorfer por encargo de un arquitecto neoyorquino, que lo quería para su esposa. Fallece la esposa y un amigo mío adquiere el instrumento y se lo trae a México, a su casa en San Ángel.

Me lo enseña y es un instrumento fuera de serie, hecho de palo de rosa, con medidas especiales, más grande que un piano normal, lo que le llaman tamaño imperial. Es un instrumento único en la historia del piano, un instrumento que me inspiraba a grabar; se lo dije a mi amigo y dijo que por supuesto. (Continuará.)