Porto Alegre.

La depuesta ex presidenta Dilma Rouseff consideró este viernes que Brasil será ingobernable si la justicia invalida la candidatura de Luiz Inacio Lula da Silva para las próximas elecciones generales de octubre, días antes de que una Corte defina si ratifica la condena –casi 10 años– contra el ex mandatario izquierdista.

Cualquier gobierno que asuma (la presidencia) ganando las elecciones de 2018 sin que haya un proceso electoral transparente y correcto, sin maniobras para invalidar a candidatos como Lula, no conseguirá gobernar este país, subrayó en una entrevista telefónica desde Porto Alegre.

El fallo judicial sobre el caso, en el que el ex presidente del Partido de los Trabajadores (PT) está acusado de recibir un departamento en la playa como regalo de la constructora OAS a cambio de otorgar contratos públicos, incluso podría alterar todos los escenarios políticos de la mayor economía latinoamericana, advirtió Rousseff, quien gobernó Brasil de 2011 a 2016.

Para Rousseff, de 70 años, quien perdió su cargo tras un impeachment impulsado por el Congreso por manipular las cuentas públicas, Lula es el hombre que puede corregir el rumbo de esa nación.

No creo que insistir en el uso político del sistema judicial estabilice y haga crecer el país. Lula puede ayudar a dar la vuelta a esta página, en un periodo de transición entre este momento y una reconstrucción. Vamos a tener que intentar curar las heridas y recomponer el país, afirmó.

El ex presidente brasileño será juzgado en Porto Alegre, ciudad donde el PT espera inundar las calles con miles de partidarios en su apoyo. En respuesta, las autoridades locales solicitaron el apoyo del ejército para resguardar el orden.

Paralelamente, la senadora y presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, afirmó que si las autoridades quieren arrestar a Lula tendrían que matar gente.

En tanto, la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe condenó el intento de proscribir a Lula de los próximos comicios presidenciales y exhortó en un comunicado a los jueces de la segunda instancia de Porto Alegre a procurar justicia con base en pruebas y no en intereses espurios.