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Puntos sobre las íes

Recuerdos (LXX) Empresarios

T

anto fueron los cántaros…

Que se unificaron las opiniones.

Propiedad de la plaza, aficionados, público, fuerzas vivas, periodistas honestos (rara avis, en extinción, por cierto), críticos y, en cierta forma, hasta las autoridades contaban los días para que llegaran a su fin los haceres (o deshaceres) de la dupla Alemán-Herrerías, que durante bien largos 23 años, apuntilló a la fiesta en la plaza más grande del mundo.

Así que los señores Cosío, una vez que estaba próxima la finalización del contrato de arrendamiento, convocaron a varios posibles rescatadores –fueron cinco los pretendientes– y fue la sociedad de los ganaderos licenciado Alberto Baillères González y arquitecto Javier Sordo Bringas, los elegidos, de quienes mucho se espera y a las primeras de cambio de su incipiente administración se les ha visto ya de todo: bueno, regular y malo, así que lo lógico es dar paso al beneficio de la duda.

Ahora bien, amén de ambos ser ganaderos, debo referirme a sus respectivas experiencias taurinas empresariales.

LICENCIADO BAILLÈRES

En las lides empresariales taurinas del toro, son muchos los años que ha recorrido.

Debo comenzar por lo que a su paso por la plaza México se refiere llevando al señor Carlos Orozco como segundo de a bordo, designando a Javier Garfias para gerente, época por demás turbulenta y tormentosa, lo que traté en anteriores colaboraciones.

A consecuencia de lo ya sabido y lamentado, los abogados del licenciado Baillères, Pedro y Pablo Suinaga Lanz Duret convocaron a una reunión en sus oficinas para comunicar que el potosino dejaba el puesto y que lo ocuparía el inolvidable Carlos González Alba, y vaya que este sí que la supo hacer. Adiós a las imposiciones de figuras, contratación de matadores mexicanos de prestigio, asimismo de coletudos hispanos que correspondieron a las expectativas, destierro de ganaderías de mansos-mensos y, sobre todo, la gratitud de las llamadas fuerzas vivas a las que supo volver a tratar con educación y corrección.

Y, obvio, los tendidos rebosantes, pero, para bien para él y tristemente para la fiesta, Carlos González Alba fue tocado por la diosa fortuna con un cuantioso premio de la lotería, así que renunció a la gerencia, lo que dio lugar a que el licenciado Baillères comentara: ¡qué lástima!, tan buen elemento.

A poco, y sin que se conocieran a fondo los motivos (supongo que fueron económicos) el licenciado Baillères dejó la plaza México y continuó con los varios cosos que hasta la fecha maneja en provincia, entre otros, Guadalajara y Aguascalientes, y según se dijo y contó, fue unos los pretendientes al manejo de la plaza madrileña de Las Ventas del Espíritu Santo, lo que no se concretó.

No podemos dejar en el tintero el ser propietario de varias ganaderías, que cuida y atiende con esmero, lo que hay que consignar, en ánimo de ser justos.

Así que acumula un montón de experiencias empresariales, y ojalá que todo esto pueda aplicarlo, en compañía de su socio, para que la plaza más grande del mundo vuelva a ser lo que un día fue.

Que así sea.

***

Toca turno al afamado arquitecto Javier Sordo Bringas, quien, desde hace ya un titipuchal de años, diseña y construye, casi en exclusiva, para el licenciado Baillères, edificios, centros comerciales, desarrollos, renovaciones y demás yerbas, tanto en la hoy día rebautizada Ciudad de México como en provincia.

Ganadero de Xajay, fue uno de los consentidos de la dupla Alemán-Herrerías y, hasta rumores hubo, en calidad de socio.

Por lo que a la crianza de bravo se refiere, debo consignar que, de un tiempo a esta parte, se ha notado que la bravura y la casta han escaseado y que deben volver a serle propias, garantía de buen comportamiento.

Me parece que hoy día todo está a su alcance para lograrlo y cuestión será del tiempo y un ganchito para que Xajay, vuelva a ser sinónimo de bravura y estilo.

Ojalá.

***

Ardua labor. Responder a la pregunta de la señorita María de la Paz (sin apellido) acerca de mi opinión sobre los empresarios que considero los mejores, tuve que ser muy explícito y analítico.

Así que, tras de mucho escribir y consignar, he llegado a una conclusión y en la siguiente edición, nombres y razones.

(Continuará)

(AAB)