A menos de 11 meses de concluir el sexenio, la Subsecretaría de Educación Superior –que permanece acéfala desde el pasado 9 de enero tras la renuncia de Salvador Jara Guerrero– enfrenta múltiples desafíos: cumplir la meta de alcanzar 40 por ciento de cobertura del nivel educativo, garantizar que 72 por ciento de la matrícula de licenciatura curse estudios con programas de calidad, mejorar la oferta de posgrados con una visión regional y aplicar nuevos planes y programas para la formación inicial de docentes en el ciclo escolar 2018-2019.

Las cifras oficiales revelan que la cobertura en este ramo pasó de 32.1 a 37.3 por ciento en el presente gobierno; sin embargo, para alcanzar la meta establecida y garantizar que cuatro de cada 10 jóvenes en edad de cursar su educación universitaria puedan acceder a las aulas, tendría que incrementar en 2.7 por ciento la cobertura en los meses que restan.

En cuanto a las acciones para aumentar el número de alumnos de licenciatura en programas de calidad, la Auditoría Superior de la Federación detectó en su segundo informe parcial de la revisión de la cuenta pública 2016, que los subsidios federales a fortalecer los programas educativos de calidad en las instituciones públicas de educación superior disminuyeron 55.3 por ciento, en comparación con lo presupuestado, debido a los recortes aprobados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

De esta forma, en el primer año de gestión de Jara Guerrero (octubre 2015-enero 2018), la Secretaría de Educación Pública invirtió mil 539 millones de los 2 mil 780 millones que le fueron aprobados para apoyar el fortalecimiento y aplicación de programas educativos de calidad en la modalidad universitaria, lo que redujo la posibilidad de incrementar el número de jóvenes que cursaban sus estudios en programas educativos acreditados por su calidad.

En el quinto Informe de Gobierno la Presidencia de la República destacó que durante ese periodo continuó la actualización del plan de estudios 2012 para la formación inicial de docentes, acorde con la estrategia de fortalecimiento y transformación de las escuelas normales anunciado en julio de 2017, y que deberá aplicarse en el ciclo 2018-2019.

La Subsecretaría de Educación Superior, a través de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación, no ha dado a conocer el avance en el diseño de los nuevos planes y programas ni materiales didácticos, pese a que en agosto próximo deberá cumplir con el rediseño de siete licenciaturas y 800 cursos de formación inicial, de acuerdo con lo establecido en la aplicación del nuevo modelo educativo.