Sacapuntas

Barcelona. El Barcelona ve cerca la final de la Copa del Rey tras ganar 1-0 al Valencia ayer en la ida de las semifinales con un gol de Luis Suárez. El delantero uruguayo cabeceó al fondo de la red valenciana un pase desde la línea de fondo de Leo Messi al minuto 66. Nos deja la eliminatoria muy difícil, pero todavía abierta, vamos a luchar por algo que parece imposible, pero vamos a intentarlo, dijo tras el encuentro el técnico Marcelino Toral.

Los propietarios del Mundial de Fórmula 1 anunciaron ayer cambios radicales en los horarios de los Grandes Premios, con varias carreras europeas programadas a las 15:10 hora local. Por lo general, las cadenas de televisión salen al aire precisamente a la hora en punto, por lo que se pierden la tensión y emoción que caracterizan los minutos previos a la salida de cada Gran Premio, informó la F1. Por otra parte, dio a conocer el car- tel para el Gran Premio de México, del 26 al 28 de octubre. La primer carrera de F1 será en Australia el 25 de marzo.

Minneapolis. Los Patriotas de Nueva Inglaterra recibieron ayer una buena noticia, pues su ala cerrada, Rob Gronkowski, sí podrá participar el domingo en el Supertazón 52 frente a las Águilas de Filadelfia. La NFL confirmó que el estelar recibió autorización para dejar el protocolo de conmoción, luego de salir lesionado en el juego de Campeonato de la Conferencia Americana hace semana y media, cuando los Pats enfrentaron a los Jaguares de Jacksonville. Por otro lado, trascendió que debido al robo del jersey de Tom Brady, mariscal de campo de los Patriotas, en el Supertazón del año pasado, por parte de un reportero mexicano, la NFL cambió sus protocolos de seguridad para el juego del 4 de febrero. Como parte de las nuevas medidas, se informó que la entrada de los medios de comunicación a los vestidores, luego del partido, será escaneada por lectores RFID, que ayudarán a dar seguimiento a los que están dentro de la habitación, todo el tiempo. En tanto, un funcionario de la Casa Blanca informó que el presidente Donald Trump no se prestará para ser entrevistado como parte de la programación previa al Supertazón, con lo que romperá una tradición mantenida por sus predecesores George W. Bush y Barack Obama.