Opinión
Ver día anteriorSábado 3 de febrero de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Infancia y Sociedad

Entre la espada y Obrador

T

odo indica que por fin nuestros votos llevarán al Peje a la Presidencia de México, aunque no serán los mismos votos eufóricos que dimos en 2006 y en 2012. Ahora para muchos serán votos de escape: de no hay de otra, es la única opción, la única puerta de salida, dice la gente. Pero al cruzar esa única puerta, ¿será posible que topemos con una insospechada pared?

Porque Andrés Manuel López Obrador y su proyecto ya no son la opción de izquierda que esperábamos. Por pragmatismo electoral y ajuste de conceptos, el pensamiento conservador del Peje, su historia política y una clara aceptación del capitalismo se han impuesto en su discurso y en su proyecto. No importa, dice la mayoría, lo urgente es sacar de Los Pinos al PRI, después ya enfrentaremos las contradicciones y la proverbial terquedad de López Obrador. Sin embargo, puede ser que con él otra mafia llegue al poder, la que desde el PRD y los demás partidos, también en declive, ya se acomodó en las filas de Morena. Son ex legisladores y ex funcionarios que se han alimentado de las ubres del erario por muchos años y van tras el infame hueso.

Cuando recordamos que los doctores Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera fueron designados por AMLO al gobierno de la capital, que desde ahí se enriquecieron y con sus negocios y ocurrencias acorralaron a los ciudadanos, nos exprimieron los bolsillos y empeoraron la ciudad, se aflojan las ganas de votar por morenistas y perredistas con sus guerras fratricidas. Opciones de izquierda real no existen.

Revisar el proyecto 2018 de Morena causa cierta desolación: los niños son protagonistas en la portada, pero no vuelven a aparecer en las más de 400 páginas del contenido. ¿Cómo saldremos adelante sin una política firme y permanente de protección y desarrollo de la infancia? Eso es imposible y hasta los niños lo saben.

En su discurso, AMLO ofrece grandes cambios, pero no dice cómo se van a lograr; al no hacerlo se confunden propósitos con fantasías. Por ejemplo, sobre la nefasta reforma educativa que promete anular, no se dice con qué fundamentos y programas se va a mejorar la enseñanza. Al original primero los pobres se ha sumado y los empresarios también. AMLO ha prometido becas y educación superior, pero para los niños ni una pequeña promesa. Preocupa que no asuma que la infancia es también responsabilidad del Estado. Nuestro voto por el Peje irá cargado de esperanzas, pero más que por un líder o un partido, votaremos con las esperanzas puestas en la conciencia crítica de un pueblo que aprende que sólo él puede salvarse a sí mismo.

(PD: Pido castigo ejemplar contra los infames policías atacantes del estudiante Marco Antonio Sánchez Flores.)