Sociedad y Justicia
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Pobladores exigen a diputados su intervención para detener esta lacra

Causa estragos en la salud pública la grave contaminación del agua en Jalisco

En el municipio de Poncitlán, en la ribera de Chapala, con alta incidencia de enfermedades renales

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de febrero de 2018, p. 37

Guadalajara, Jal.

Representantes de comunidades afectadas por la contaminación, sobre todo la del lago de Chapala y por proyectos hídricos en Jalisco, exigieron ayer a los diputados locales integrantes de la comisión especial para la gestión integral del agua, con quienes se reunieron en el foro El derecho al agua desde los pueblos, que intervengan para detener la grave contaminación por el líquido en la entidad, que causa estragos en la salud pública.

Enrique Lira Coronado, activista destacado por denunciar y defender a los pobladores de la ribera de Chapala, en especial en el municipio de Poncitlán –donde diversos estudios han encontrado una altísima incidencia de enfermedades renales entre los pobladores más marginados–, urgió con lágrimas en los ojos a los legisladores que intervengan en lo que llamó emergencia sanitaria.

La ribera de Chapala fue un paraíso hasta el año 1970, antes que la contaminación hiciera mella. El progreso río arriba (del Lerma) disminuyó la calidad de vida río abajo, de manera que hoy ni los mismos pobladores de la ribera quieren comer peces de Chapala tras conocerse los estudios que demuestran la existencia de metales pesados, incluyendo mercurio en el cuerpo de agua, aseguró.

Consideró que el caso más dramático es el de Agua Caliente, en Poncitlán, donde la gente se está muriendo de la pobreza y la injusticia, no de la enfermedad, pues a pesar de múltiples promesas de los gobiernos federal, estatal y municipal, siguen sin servicios públicos, como drenaje y atención médica cercana.

Recordó que estudios oficiales del Sistema de Aguas para la zona metropolitana de Guadalajara han determinado que la capital de Jalisco recibe líquido con concentraciones de aluminio hasta 10 mil veces por arriba de la norma.

Francisco de los Santos, miembro de la comunidad indígena coca de Mezcala, quien donó uno de sus riñones a un enfermo, dijo que al igual que otras autoridades, los diputados muestran su escaso interés en la problemática.

Ustedes están esperando aquí los reportes, pero no van a ver. Vayan, no hay agua limpia ni para bañarse, queremos que nos ayuden a todos los enfermos renales con una credencial de descuento, porque para venir a Guadalajara tenemos que pagar transporte, a veces no comemos y no tenemos dónde dormir, dijo.

Los legisladores recibieron la documentación que les fue entregada y se comprometieron a realizar un minucioso estudio de todas las denuncias, para generar políticas públicas que, de entrada, detengan los daños a la salud entre la población más vulnerable.