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Mi preocupación ha sido formar lectores, afirma el escritor en el Palacio de Bellas Artes

Rinden homenaje a Felipe Garrido; reconocen sus aportes a la literatura

Destacan colegas la prolífica labor del autor de Conjuros en la traducción y la edición

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Felipe Garrido, flanqueado por Ricardo Ancira y Mónica Lavín, en la sala Manuel M. Ponce, durante el homenaje que se rindió al escritor y editor, quien dijo: Crecí engañado, creyendo que las personas eran lectoras, y vine a descubrir que no era así cuando comencé a dar clases en una preparatoriaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Jueves 15 de febrero de 2018, p. 6

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) rindió un homenaje al escritor Felipe Garrido en reconocimiento a su trayectoria.

Inscrito en el ciclo Protagonistas de la literatura mexicana, la noche del martes en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Garrido dijo: “Mi preocupación más importante ha sido formar a los lectores; eso ha ocupado la mayor parte de mi vida. Nací en un hogar donde, por suerte, la lectura y la escritura eran cosas cotidianas.

La familia inmediata y algunos amigos en la escuela, todos leían. Entonces, crecí engañado, creyendo que la gente era lectora, y vine a descubrir que no era así cuando comencé a dar clases en una preparatoria, el Centro Universitario México.

Fue allí donde el autor de Conjuros se enfrentó con la realidad de que la lectura era un asunto relegado en el país, según refirió, pues de los grupos de 50 alumnos a los que impartía clase sólo dos o tres mostraban interés por ese hábito, no obstante que la mayoría eran espléndidos estudiantes.

Vocación primigenia

En ese acto participaron los escritores Ricardo Ancira y Mónica Lavín.

En sus intervenciones, ambos hicieron un repaso por el prolífico quehacer del homenajeado y reconocieron sus aportaciones a la creación literaria, la traducción y la edición, pero sobre todo en el fomento a la lectura.

Felipe Garrido situó su etapa de docente como el momento fundacional de la que dijo es su vocación primigenia. De allí en adelante siempre he tratado de acercar a las personas a la lectura y he tenido la suerte de formar parte de empresas muy importantes en ese sentido.

Recordó que fue gerente de producción de la colección de literatura Sep Setentas, después ocupó el mismo cargo en el Fondo de Cultura Económica y luego dirigió el programa Rincones de lectura durante seis años hasta que desapareció en 2000.

Otra de sus preocupaciones, dijo, fue atender en primer lugar a los docentes, pues hasta la fecha considera que las iniciativas de formación de lectores en las escuelas de México tienen el terrible defecto de que están dirigidas sólo a los niños.

“Se cree que los maestros son lectores y eso no es cierto; es una reducida minoría la que realmente lee y si aspiramos a tener una población mayoritariamente lectora en el país, eso no va a conseguirse nunca si no se tiene en primer lugar maestros lectores.

Todos esos programas que existen, como el Nacional de Lectura, son consecuencia del fracaso de los maestros de educación básica para formar a los alumnos como lectores capaces de escribir, y eso no tendrá remedio hasta que alguien no decida hacer eso en educación básica.

Felipe Garrido habló también de la importancia de la poesía, a la cual consideró la forma más alta de usar el idioma, y dijo que su libro de cuentos Conjuros es en realidad la historia de su vida.

Sotuvo que todos los escritores son autobiográficos, al escribir de lo que les sucede a ellos y las personas de su alrededor, de sus lecturas y de las películas que ven.

En mis talleres de cuento, una de las primeras cosas que trato es convencer a mis compañeros de que las historias no se inventan, se encuentran. Cada uno va cargando incontables historias. ¡Qué diríamos si nos atreviéramos a confesar nuestra vida e ideas!