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Serán repatriados desde Alemania; los tenía el traficante Patterson

Inminente llegada de dos vestigios de la cultura olmeca
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Estas piezas olmecas (en imágenes tomadas de Internet) fueron robadas del sitio arqueológico El Manatí, ubicado 60 kilómetros al sur de Coatzacoalcos, municipio de Hidalgotitlán, y 27 kilómetros al sureste de Minatitlán, en Veracruz
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de febrero de 2018, p. 4

Dentro de algunos días, por fin regresarán a México dos piezas arqueológicas de la cultura olmeca que están en Alemania y que una corte de Múnich ordenó incautar al coleccionista y traficante costarricense Leonardo Patterson, residente en ese país, al determinar que fueron adquiridas y exportadas de forma ilegal.

Aunque la sentencia se emitió en 2015, hasta ahora se completaron los trámites para la repatriación de esos bienes.

En Alemania existe un tratado aplicable en la Unión Europea mediante del cual todo bien que acreditemos que llegó a ese país después del tratado, de inmediato se regresa a México, pero si los objetos salieron antes, nos exigen la llamada carga de la prueba, es decir, acreditar toda la cadena de intercambios; esto no es sencillo, pero lo hacemos, explica Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Traficante de tesoros de Mesoamérica

De todos los procesos de repatriación de bienes arqueológicos que el INAH tiene abiertos en varios países, el más destacado es contra Patterson, quien lleva años traficando tesoros mesoamericanos. Él se dedica a eso; estuvo en la cárcel porque intentó vender una cabeza olmeca falsa, pues el hijo de quien la fabricó atestiguó que la había hecho su padre. Lo denunciamos, estuvo preso en Alemania por el delito de fraude, y probablemente él tuvo que ver con el tráfico del Bajorrelieve de Xoc, añade el funcionario.

En Europa, prosigue Prieto, el INAH tiene un abogado que trabaja exclusivamente en el seguimiento de cada caso, pues cada pieza debe tener un dictamen legal, un expediente completo para mostrarlo ante las autoridades del país correspondiente.

En el caso de los objetos que posee Patterson, con quien México tiene litigios desde hace al menos una década, se sabe que de las aproximadamente 690 piezas que integran su colección, no todas son prehispánicas, por lo que también en algunos casos el INAH ha interpuesto denuncias por fraude.

Las dos piezas de la colección del costarricense que regresarán al país fueron robadas del sitio arqueológico El Manatí, ubicado 60 kilómetros al sur de Coatzacoalcos, en el municipio de Hidalgotitlán, y a 27 kilómetros al sureste de Minatitlán, en Veracruz.

Ese fue el sitio sagrado de sacrificio olmeca en un pantano desde aproximadamente 1600 a 1200 aC. En los rituales había ofrendas masivas de esculturas de madera, acompañadas de diversos objetos, entre los que se encontraban pelotas de hule. Muchos son únicos y han sido recuperados del lodo, incluyendo antiguos bustos de madera de un hombre alargado.

Las piezas que siguen en Alemania están en tratamiento de conservación, porque su traslado debe ser cuidadoso, confirma a La Jornada el director del INAH, e informa que hay más bienes a los que les seguimos la pista para conseguir su repatriación.