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Incertidumbre por TLCAN inquieta al sector agropecuario de EU que vende 19 mil mdd

En un año, México incrementó 10 veces la compra de maíz brasileño

La SE alentó un plan B en caso de que Washington se retirara del acuerdo comercial

Las importaciones del grano provenientes de Estados Unidos aumentaron 6.6 por ciento

 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de febrero de 2018, p. 20

Chicago.

Compradores mexicanos importaron 10 veces más maíz de Brasil en 2017 que en el año previo, mientras crecen las preocupaciones de que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte pueda afectar el suministro desde Estados Unidos, según datos gubernamentales y de grandes comerciantes de granos.

México ha sido durante mucho tiempo el primer importador de maíz de Estados Unidos y es su segundo mayor comprador de soya. Pero los mexicanos están cambiando al maíz brasileño para reducir la dependencia de décadas en los suministros para molinos y en la alimentación de ganado.

El país se encamina a comprar más maíz brasileño en 2018, lo que podría perjudicar aún más al agobiado sector agrícola estadunidense, que lucha con los bajos precios de los cereales y la creciente amenaza competitiva de América del Sur.

Agricultores, procesadores de alimentos y comerciantes de granos de Estados Unidos han pasado meses tratando de evitar que los acuerdos y las relaciones comerciales se rompan si el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se acaba. Estos actores están tratando de proteger más de 19 mil millones de dólares en ventas a compradores mexicanos, desde maíz y soya hasta productos lácteos y aves de corral.

Pese a sus esfuerzos, los envíos de maíz sudamericano a México van en aumento. Compradores mexicanos importaron más de 583 mil toneladas métricas de maíz brasileño en 2017, un alza de 970 por ciento respecto al año anterior, según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de México.

El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, alentó el año pasado a los principales compradores de cereales del país a explorar el maíz sudamericano para fortalecer su posición en la mesa de negociaciones del TLCAN, señalando que el país necesitaba un plan B en caso de que Washington se retirara del acuerdo comercial.

Precios más baratos impulsaron algunas de las compras de maíz brasileño, pero en otros casos, los compradores mexicanos incluso pagaron más por el grano de Brasil que por el estadunidense, dijeron ejecutivos y comerciantes a Reuters.

Compramos de Brasil por dos razones, dijo Edmundo Miranda, director comercial de Grupo Gramosa, uno de los principales comerciantes de granos en México. Uno, porque era competitivo. En segundo lugar, para ver cuán práctico y rentable era comprar de Brasil o Argentina contra Estados Unidos previendo aranceles por las negociaciones del TLC, añadió.

Gramosa y su rival local Comercializadora Portimex no importaron maíz brasileño en 2016, pero el año pasado, entre septiembre y diciembre, trajeron cerca de 260 mil toneladas métricas, valoradas en 44 millones de dólares.

Las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México también subieron pese al aumento del flujo proveniente de Brasil por la necesidad de México de compensar el impacto de una sequía en la producción local del grano.

Las importaciones mexicanas de maíz de Estados Unidos se elevaron 6.6 por ciento, según datos del Departamento de Agricultura. México compra muchísimo más maíz a Estados Unidos que a Brasil: en 2017 la cantidad fue de 14.7 millones de toneladas, según datos del gobierno estadunidense.

El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, dijo el pasado jueves que no ve una amenaza de Brasil a las ventas de maíz a México.

Tenemos una tremenda ventaja logística para vender a México, con líneas férreas directas desde las áreas de maíz hacia México. Creo que sería muy difícil para Brasil competir, dijo Perdue en un foro agrícola en Arlington, Virginia.

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Una vez que se pierde un mercado, incluso una pequeña porción, es posible que nunca se recupere, advierten productores agropecuarios de Estados Unidos, que enfrentan retos ante la diversificación de las importaciones mexicanas de maíz y otros granosFoto José Carlo González

El funcionario reconoció que Brasil tiene la ventaja de poder cultivar dos cosechas por año debido a un clima más favorable.

Brasil sigue haciéndose de parte del mercado mexicano y las compras de maíz continuaron en enero con 100 mil toneladas métricas frente a la nula importación un año antes, según fuentes del gobierno mexicano.

Tensas conversaciones

El presidente estadunidense, Donald Trump, ha dicho que abandonará el TLCAN si no puede negociar términos más favorables para Estados Unidos con Canadá y México. La próxima ronda de conversaciones es a finales de mes.

El fin del TLCAN, dicen grupos agrícolas y comerciales, llevaría a un alza en los aranceles a los granos, perjudicando a una importante grupo de electores que llevó a Trump al poder. Durante su campaña, el republicano prometió a las comunidades agrícolas que la agricultura se beneficiaría de su presidencia.

La portavoz de la Casa Blanca Lindsay Walters dijo que la administración de Trump aspira a aumentar en el TLCAN el acceso de los productos agrícolas estadunidense al mercado.

La agricultura de Estados Unidos generalmente ha tenido buenos resultados bajo el TLCAN, admitió Walters, pero hay más trabajo por hacer.

Grupos agrícolas de Estados Unidos han luchado por mantener sus ventajas comerciales desde que Trump asumió el poder, deseosos de retener el acceso libre o de bajos aranceles cuando comercian con México, Canadá y otros países.

La mayoría de las grandes empresas agrícolas y grupos comerciales dedicados al suministro de alimentos básicos están en favor del TLCAN.

Los importadores mexicanos que han comprado en Brasil también han encontrado a menudo un producto de mayor calidad.

Tengo el americano, el brasileño y el argentino en tanto (precio), ¿cuál compro? Pues el más barato, pero si están al mismo precio, pues me voy por el brasileño, dijo Alfredo Castillo, gerente de comercialización de Portimex.

En noviembre, el Consejo de Cereales de Estados Unidos y la Asociación Nacional de Productores de Soya enviaron un equipo a México con la encomienda de salvar el comercio de cereales y semillas oleaginosas, valuado en casi 4 mil 400 millones de dólares al año.

Los funcionarios tuvieron una recepción algo fría en México, dijo Thomas Sleight, director ejecutivo del Consejo de Cereales de Estados Unidos. Un fabricante mexicano de alimentos les dijo: Estamos perdiendo la confianza en Estados Unidos como un proveedor confiable de granos, recordó Sleight, negándose a nombrar al cliente.

Funcionarios comerciales de la industria lechera también han pasado meses tratando de evitar rivales en mercados clave.

Tom Vilsack, ex secretario de Agricultura en el gobierno de Barack Obama, se unió a un grupo de procesadores de lácteos y ejecutivos comerciales y viajó a México varias veces el año pasado a fin de reunirse con empresarios y funcionarios para preservar contratos de productos lácteos.

Las apuestas son altas también para el sector avícola estadounidense, que exporta productos por más de mil millones de dólares al año a México y podría ver al vecino del sur aplicar un arancel de 75 por ciento a pollos y pavos bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Los grupos agrícolas estadunidenses están preocupados por las repercusiones a largo plazo de la pérdida de participación de mercado. Una vez que los compradores mexicanos forjen nuevas redes, recuperar el negocio será difícil aunque las relaciones comerciales con Estados Unidos mejoren, dicen.