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Buscan controlar narcotráfico en Guerrero

Los Ardillos intensifican ataques contra la Upoeg
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Tráiler dañado durante un ataque, en noviembre pasado por presuntos grupos delincuenciales en la zona del Valle del Ocotito, municipio de Chilpancingo, GuerreroFoto Sergio Ocampo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 25 de febrero de 2018, p. 26

Chilpancingo, Gro.

El grupo criminal Los Ardillos ha efectuado tres ataques contra la base de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) en los tres meses recientes en Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo; la finalidad es controlar el trasiego de droga proveniente de las regiones Costa Grande, Costa Chica, los pueblos de la sierra Madre del Sur y Centro”, denunció el comandante Gerónimo, de la Upoeg.

En un recorrido con reporteros por el Valle del Ocotito –zona estratégica para el trasiego de droga porque desde aquí se llega a la Costa Chica, Costa Grande y los municipios de Heliodoro Castillo, Chilpancingo, y sobre todo al puerto de Acapulco– Gerónimo dijo contundente: “Tenemos claro el papel que juega el crimen organizado en el proyecto de gobierno, en este estado de shock que empezó con Felipe Calderón en 2006 con la guerra de baja intensidad. Soltaron la perra”.

El gobierno utiliza al crimen organizado como paramilitares. Les da concesiones para que haga de las suyas y el mismo gobierno tenga en crisis al pueblo; lo suma en el miedo, en el terror y le valga madre todo para imponer sus reformas estructurales. Mientras, el pueblo no se organiza, porque tiene miedo, anda viendo cómo chingados defender su pellejo y su familia.

Tenemos claro el papel del gobierno: “Por un lado hace como que ayuda, pero se hace buey. Ahorita los ataques son a la organización, no sólo a la Upoeg del Valle del Ocotito, pero sabe que ésta va a responder en algún momento, ¿y cómo inhibes la participación de la organización?, pues quitando a uno de los mandos altos de la estructura.

Si Buenavista de la Salud cae, cae todo el Valle del Ocotito, caemos nosotros, Tierra Colorada ya no representaría ningún problema para los delincuentes y entonces se irían sobre Xaltianguis. Eso ya lo están entendiendo los compañeros de Acapulco. Sabemos el vínculo que hay de ese grupo delincuencial con funcionarios y políticos.

Por ejemplo César Flores Maldonado, asesor del gobernador Héctor Astudillo Flores de algún modo le ha hecho al cuento; desde el gobierno propone el desarme. Pero pensamos (que) eso no será catear casa por casa, pensamos que puedan lanzar la ofensiva poniendo retenes y todo ese asunto.

Recordó que el jueves anterior, luego de retener a un funcionario de la PGR y desbloquear la vía federal México-Acapulco, se tomaron acuerdos, entre ellos, “que blinden los pueblos donde estamos siendo atacados y den seguridad que es su obligación. Que retiren de la zona al mando de la policía estatal, el oficial N Santos, pues desde hace 15 días vino a la zona por la hermana de un presunto delincuente y a partir de ahí vimos un cambio en él, ya no patrullaba con frecuencia, no se quedaba en las poblaciones.

El miércoles anterior cuando estábamos repeliendo la agresión (balacera) de unos 30 delincuentes, yo le hablé y me dijo: ¡sí, ya voy, ya voy!, pero nunca llegó. Me llamó como a las dos horas y me dijo que ya estaba ahí donde Los Ardillos habían atravesado camiones, y le habían ponchado las llantas.

Tenemos influencia hasta Palo Blanco “sólo esperamos que la gente se reorganice. Cajeles ya no es seguro, sólo hasta Buenavista. Los criminales ya están infiltrados en los pueblos, en El Rincón mataron a un consejero y a un comandante, así como a dos civiles.

Pedimos al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador Héctor Astudillo Flores que cumplan con su trabajo, que dejen de encubrir a los delincuentes y cuiden de la seguridad y la integridad de la población para que pueda desarrollar su vida cotidiana. Si el gobierno cumpliera con su trabajo, como es su obligación, no habría necesidad de que existieran las guardias comunitarias, como se les llama a la Upoeg, la CRAC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias) y demás corporaciones civiles, pero no lo hacen, más bien se coluden con el crimen.

Es evidente que el gobierno pretende controlar al pueblo, “mantenernos en estado de shock y ellos seguir avanzando con la entrega de los recursos naturales y los bienes nacionales a particulares y extranjeros, eso lo tenemos claro. El gobierno sabe que estamos por la defensa del territorio y los recursos naturales. En los territorios donde están la CRAC y la Upoeg, hay muchas concesiones mineras que no han echado a andar precisamente porque están nuestras organizaciones y es un obstáculo para ellos”.

En general no hay comunidad rural donde no se siembren enervantes, derivado de la pobreza, porque ahora les sale más caro sembrar frijol y maíz que comprarlo en la Conasupo, la producción y la siembra de enervantes palia la crisis en que viven los pueblos.

Al final del recorrido, cuando la comitiva regresaba por un camino de terracería de tomar unas fotos donde fueron ejecutados e incinerados cuatro personas el pasado 8 de febrero, aparecieron de pronto cuatro sujetos en modernas motocicletas. El comandante Gerónimo puso la mano en su pistola y alertó a quien conducía el vehículo: son esos hijos de la chingada (los delincuentes), acelérale, ¡vámonos!...