Economía
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Aprendimos de las crisis la forma de otorgar créditos

Repuntan los préstamos y el índice de morosidad va a la baja

Los mexicanos tenemos memoria corta y se nos olvida qué tan diferente era nuestra vida hace años 10 o 20 años. Nuestra calidad de vida ha mejorado notoriamente, dice el también director general del Grupo Financiero Interacciones

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La ejecución de garantías es uno de los pendientes para el sistema. El crédito no es otorgado con dinero del banco, sino de los ahorradores y debemos asegurarnos que tenemos la capacidad de regresarlo, explica Carlos Rojo Macedo director general del Grupo Financiero InteraccionesFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de marzo de 2018, p. 19

En un año de definiciones políticas, Carlos Rojo Macedo, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), plantea dejar de lado la memoria corta y hacer un balance de la forma en que era gestionado el país hace unas décadas.

Hay que asegurarnos que no se ponga en riesgo lo logrado hasta ahora y hacer ver a los diferentes candidatos a la Presidencia la necesidad e importancia de dar continuidad a lo que hasta hoy se ha venido haciendo, comenta Rojo Macedo, también director general del Grupo Financiero Interacciones, en entrevista con La Jornada, a propósito de la 81 convención bancaria, que se realizará la próxima semana.

Puedo asegurar que si hacemos este tipo de análisis vamos a ver que nuestra calidad de vida ha mejorado notoriamente de 20 años para acá, por la forma en que se han manejado las finanzas publicas y por cómo se ha invertido en el país y se ha dado certeza jurídica a las inversiones. Hay que asegurarnos que eso se mantenga, considera.

Este año, la convención bancaria estará marcada por la coyuntura electoral. Al foro fueron invitados los seis candidatos a la Presidencia y hasta ahora todos han confirmado su asistencia.

Rojo Macedo destaca en la entrevista el crecimiento del crédito otorgado por la banca en la década anterior, un repunte que ha ido acompañado de una morosidad a la baja. Todo esto es consecuencia de haber aprendido bien la lección en las crisis que hemos tenido y que nos han permitido, tanto a las autoridades reguladoras como a los bancos, ser muy inteligentes en analizar el riesgo de crédito, dice.

–Habló de continuidad y estabilidad. Este año hay elecciones. ¿Cree que hay riesgo de que esas condiciones de estabilidad se afecten?

–Hay que asegurarnos que no se pongan en riesgo y hacer ver a todos los candidatos la necesidad y la importancia de dar continuidad a lo que hasta hoy se ha venido haciendo. A veces los mexicanos tenemos memoria corta y se nos olvida qué tan diferente era nuestra vida hace años 10 o 20 años y cómo ha evolucionado el país desde entonces. Puedo asegurar, si hacemos este análisis, que nuestra calidad de vida ha mejorado notoriamente de 20 años para acá por la forma en que se han manejado las finanzas públicas, por cómo se ha invertido en el país y se ha dado certeza jurídica en muchas cuestiones. Hay que asegurarnos que eso se mantenga.

La madurez de las instituciones en el país es suficiente para asegurarnos que, independientemente de quien llegue, estas cosas no se pongan en riesgo. Es importante que manifestemos a los candidatos la importancia de esto. Yo creo que tenemos que asegurarnos que quien llegue tenga esta claridad de que las reformas son buenas, que la inversión en infraestructura es importante y que todo esto eleva la calidad de vida de los mexicanos, sostiene.

–¿Respecto del sistema bancario, qué cabe esperar de aquí en adelante?

–El crédito otorgado por la banca equivale a 35 por ciento del tamaño de la economía. En años recientes esa proporción ha crecido como no se había visto en años. La banca va a seguir actuando con la prudencia que nos da la experiencia y exige la regulación. Esa proporción del crédito respecto del tamaño de la economía debemos aspirar a que sea más parecida a la de otros países y se empiece a acercar a 100 por ciento. Como bancos debemos trabajar para lograrlo, pero hacerlo de manera responsable, sin sobrendeudar a los mexicanos.

–¿A qué atribuye el crecimiento que se ha dado en el crédito a empresas y personas sin que se muevan significativamente los índices de morosidad?

–Hemos aprendido, de las crisis, la forma en que se debe dar el crédito. Tenemos mayor regulación que países vecinos y esto ha pagado muy bien. La gente está dispuesta a invertir y ahorrar aquí, porque entiende la regulación y las implicaciones de que algo no se haga bien.

–¿De qué depende que siga el crecimiento del crédito?

–De la velocidad de crecimiento de la economía. También de que las inversiones se vayan dando, aumenten los salarios y la capacidad de pago de las empresas. Hoy, por ejemplo, con la reforma energética hay cerca de 200 mil millones de pesos ya comprometidos en inversiones. Eso nos habla de una posibilidad de poder apalancar gran parte de ese dinero en distintos proyectos ligados de manera directa o indirecta al sector energético.

–Ahora mismo Interacciones, el grupo que dirige, está en un proceso de fusión con Banorte. ¿Hacia dónde va la estructura del sistema bancario?

–Primero, pongo en contexto hacia dónde va la economía del país. Va a seguir creciendo, seguramente a consecuencia de todas las reformas estructurales que se dieron en esta administración. El gobierno que sigue va a empezar a capitalizar esas reformas y eso aumentará la capacidad de crecimiento de la economía. Esto es importante en función de la pregunta. Hoy hay 50 bancos y tres más en proceso de autorización. Hay un mercado muy grande para que todos puedan desarrollar sus modelos de negocio. Si entendemos que este es un país donde el crédito es apenas 35 por ciento del producto interno bruto, entonces hay un mercado muy grande para más que duplicar lo que hoy se está haciendo.

–¿Cuál o cuáles son temas pendientes respecto del sistema bancario?

–Se ha avanzado mucho. Sin embargo, hay un pendiente en el que no hemos logrado, como país, avanzar. Es específicamente lo que tiene que ver con la ejecución de garantías, algo que está en la reforma financiera. Es un pendiente que le queda a esta administración. Además, está el tema de eliminar la corrupción y la inseguridad.

–¿Por qué es importante avanzar en la ejecución de garantías?

–Eso nos permite que, una vez que un cliente simplemente no nos pudo pagar, debe ser más fácil el proceso de ejecutar la garantía (que se haya dejado en prenda por el crédito) y poder cobrar ese crédito. Hay que entender que el crédito no es otorgado con dinero del banco, sino de los ahorradores. Y necesitamos asegurarnos, como banco, que tenemos la capacidad de regresar ese dinero a los ahorradores. Uno de los problemas que hemos visto históricamente, y que es parte de la reforma, es el tiempo que se puede tardar en ejecutar una garantía. Lo que en otros países lleva semanas o meses, aquí tarda años o décadas. Una vez que se resuelva, esto nos va a permitir que podamos abaratar aún más el crédito, porque hoy se incluye (en la tasa de interés) el riesgo y costo por ejecutar una garantía. Si ese costo disminuye vamos a ser más competitivos y vamos a abaratar más el crédito.