El gobierno mexicano no emitirá ningún posicionamiento en relación con la advertencia de Estados Unidos de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio, hasta tener una postura definitiva de Washington.

No se sabe lo que decidirán, lo más responsable es esperar, dijo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, en conferencia de prensa, en la cual se informó sobre las conclusiones de la séptima ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Explicó que el gobierno mexicano ha aprendido a no reaccionar a los mensajes vía redes sociales del presidente Donald Trump, sino a responder únicamente a decretos. Hemos sido claros en que es importante esperar a que pasen del discurso y los tuits a los hechos. Aún no hay arreglo presidencial sobre las contribuciones, señaló.

En cambio, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, aseguró ayer que el gobierno canadiense tomará las medidas apropiadas frente a una eventual imposición de aranceles al acero y el aluminio.

La declaración de Estados Unidos de imponer impuestos es inaceptable y Canadá no permitirá ninguna restricción comercial, dijo la funcionaria en una conferencia de prensa conjunta con Guajardo Villarreal y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en la cual explicaron los avances de la séptima ronda de negociaciones del TLCAN, que concluyó ayer en Ciudad de México.

Freeland reiteró que si Estados Unidos fija impuestos, Canadá adoptará medidas apropiadas para defender los intereses comerciales de su industria y trabajadores metalúrgicos.

El gobierno estadunidense anunció hace dos semanas que evalúa imponer aranceles globales de 25 y 10 por ciento a las importaciones de acero y aluminio. Pero ayer matizó al señalar que sería a ciertos productos.

En las primeras horas del lunes, Trump dijo en Twitter que podría cancelar las contribuciones a México y Canadá, siempre y cuando haya un TLCAN justo para Estados Unidos.

Declaró que para proteger a Estados Unidos de su déficit comercial con Canadá y México, primero se tiene que cuidar a la industria acerera de su nación.

No obstante, en la misma red social, Guajardo Villarreal respondió: México no debe ser incluido en los aranceles de acero y aluminio. Es la manera equivocada de incentivar la creación de un TLCAN moderno.

En la conferencia, el funcionario mexicano insistió en que hace sentido que a la industria del acero no se le deben imponer aranceles, porque México compra más metal a Estados Unidos que lo que le vende.

Reiteró la postura de México de que el país debe ser excluido de la imposición de impuestos, lo que, según analistas y dirigentes de organizaciones mundiales, llevaría a una guerra comercial.

Guajardo Villarreal dijo que, como toda guerra, a nadie conviene, por lo cual lo más inteligente es evitarla.

Ayer, el director general de la Organización Mundial de Comercio, Roberto Azevedo, llamó a los integrantes de ésta a detener la caída de las primeras fichas de dominó en una guerra comercial.