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El narrador isleño presenta La transparencia del tiempo, su obra más reciente

Leonardo Padura define la novela como el reino de la libertad

Un periplo por Cuba del detective Mario Conde, personaje creado por el autor, es pretexto para reflexionar sobre la diáspora, la amistad, la vejez y la muerte

Me encanta ser periodista; en ese oficio aprendí algo fundamental al escribir novelas, que practico siempre: la comunicación, explica

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En mis obras trato de presentar los conflictos de una sociedad o de la condición humana, y me voy llenando de preguntas, dice Leonardo Padura (La Habana, 1955). Hoy presentan en el Museo de la Ciudad de México su libro publicado por TusquetsFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de marzo de 2018, p. 3

La novela, como género, es el reino de la libertad, dijo el escritor cubano Leonardo Padura (La Habana, 1955), quien está en México para presentar La transparencia del tiempo (Tusquets), su obra más reciente.

Se trata del octavo relato que protagoniza su ya emblemático personaje, el detective Mario Conde, cuyo periplo por su amada isla en esta ocasión es pretexto para reflexionar sobre la diáspora, la amistad, la vejez, la muerte y, como siempre, la escritura.

En conferencia de prensa, Padura, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, explicó que, a diferencia del cuento, que debe tener cierta extensión, o el teatro, cuyas representaciones deben hacerse en determinado tiempo, o los guiones de cine, en los que el escritor no es quien toma las grandes decisiones, sino los productores o los directores, “en la novela, el autor es soberano, con gran espacio de libertad.

“La novela, por tanto, hay que entenderla siempre como un acto de conocimiento para quien la escribe y para quien la lee; si no es así, la novela no completa el espectro de sus posibilidades y capacidades. En mis novelas trato de presentar los conflictos de una sociedad o de la condición humana, y me voy llenando de preguntas.

Respondo lo que me es posible, pero quedan otras en las que cuento con la complicidad de los lectores. En los cursos que imparto les digo a los alumnos que no llevo respuestas, sino preguntas para que ellos se las lleven y encuentren sus propias respuestas, es mucho más productivo que dar dogmáticamente una solución.

Lo jodido es ser un incrédulo con fe

Leonardo Padura recordó que trabajó de periodista muchos años. Comenzó su carrera de reportero en 1980, en la revista literaria El Caimán Barbudo, y también escribía para el periódico Juventud Rebelde.

Me encanta ser periodista; en ese oficio aprendí algo que me parece fundamental a la hora de escribir novelas, algo que practico siempre: la comunicación. Trato de comunicarme con mis lectores, pero huyo del didactismo. Hay que dejar siempre un espacio y preguntas abiertas.

En La transparencia del tiempo Mario Conde, aquel policía desordenado y borracho que nació en 1991 en la novela Pasado perfecto, publicada por la Universidad de Guadalajara, es ahora es un hombre de 60 años, en crisis por la edad y más escéptico que de costumbre con su país.

De manera inesperada recibe el encargo de un antiguo amigo, quien le pide ayuda para recuperar la estatua de una Virgen negra que le han robado, lo cual le da oportunidad de hacer un viaje por la historia.

Mientras podamos, Mario Conde y yo vamos a seguir juntos, para seguir tratando de entender la realidad que nos rodea. Por ejemplo, la diáspora es un tema que me obsesiona y en el que abundaré en la próxima novela, porque no se trata de un fenómeno local, añadió Padura, quien reconoció que cada vez necesita más un tiempo de soledad para poder crear.

Más que la muerte, a Conde le preocupa la vejez, continuó el escritor; lo jodido de él es que es un incrédulo con fe. Conforme van pasando los años sabe que lo peor que le puede ocurrir a uno no es la muerte, que es lo inevitable, sino la vejez, el deterioro, que en algunos casos puede ser satisfactorio, pero en otros, en el sentido humano, llega a ser humillante.

El año pasado, Padura fue investido con el doctorado honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, cuenta con pasaporte español, pues España le otorgó la ciudadanía honoraria.

Reconoce que, si lo deseara, podría vivir en cualquier otro país, pero dijo que necesita su relación intensa con Cuba, “y estaré ahí hasta que me boten. Necesito a Cuba para escribir y vivir. Me encanta viajar, mi trabajo así lo exige, en casi todos los lugares a los que voy aprendo cosas; me nutro, me llevo libros, veo arte, converso con personas.

El escritor es como una aspiradora, todo el polvito que parece insignificante, nutre. Pero soy un escritor habanero, tengo un fuerte sentido de pertenencia con la ciudad de La Habana, con ese barrio en el que nací y vivo todavía (Mantilla). Vivo como un pelotero (beisbolista), que ha dado un jonrón y recorre las bases para regresar siempre a casa.

La presentación de La transparencia del tiempo, novela de Leonardo Padura, se realizará hoy a las 18 horas en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico). Participan Gabriela Warkentin y el autor.