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El narrador Carlos Martín Briceño presentó la antología de cuentos Sureste

La literatura de la península de Yucatán tiene calidad, pero falta ímpetu a los autores
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de marzo de 2018, p. 4

La condición de los habitantes de la península del sureste mexicano marcada por el deseo y sus represiones se indaga en dos antologías de cuento por Carlos Martín Briceño, quien además con su primera novela aborda la vida del compositor y cantante Guty Cárdenas; así lo explica el narrador en torno a sus tres libros recientemente publicados.

Los trabajos Sureste: antología de cuento contemporáneo de la península (Ficticia/ Universidad Politécnica de Quintana Roo), De la vasta piel: antología personal (Ficticia/ Secretaría de Cultura federal) tienen que ver con la forma de ser de las personas del sureste, dice Briceño a La Jornada, que no exteriorizan sus emociones, los deseos ocultos de los personajes, quienes hablan mucho de infidelidades, divorcio y traumas de la infancia.

La antología Sureste… fue presentada en el pabellón de Campeche de la reciente Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

De La muerte del Ruiseñor (Ediciones B), su primera novela, que le dio mucho trabajo, el autor explica: Se sabe muy poco de Cárdenas, porque su vida fue muy corta. Fue un iluminado porque él cantaba, componía y actuaba. Fue un autor muy completo. Era simpático, fotogénico, le gustaba a las mujeres, cantaba, actuaba y además componía. Uno de los artistas que no se dan en maceta.

Rinde homenaje a Guty Cárdenas

Carlos Martín Briceño (Mérida, Yucatán, 1966) caracteriza a Sureste…, larga narración, como una suerte de autobiografía combinada con novela histórica. Narro mucho de mi vida mientras estoy contándola. Es una metanovela. No es nada nuevo, pero creo que quedó bien. Al mismo tiempo rindo homenaje a Guty Cárdenas.

Reconoce la influencia de Enrique Vila-Matas y Javier Cercas en la narración, en la cual hay textos breves, no son largos capítulos, pues hacen que el lector avance y el suspenso juegue también.

A lo largo de todo el libro voy hablando de mis influencias narrativas, de por qué escribo, hago una reflexión del cuento y de la novela, y de mis frustraciones como escritor de provincia.

Sureste: antología de cuento contemporáneo de la península responde a la duda de Briceño respecto de si hay una manera de escribir que identifique a los autores de la península: encontré que sí, los temas son muy internos; la violencia, el placer de la venganza, la vejez, la infidelidad.

Ahí los narradores están como avergonzados de lo que cuentan. Tiene que ver con la manera de ser de las personas del sureste, que no exteriorizan sus emociones. Aquí hay mucho de lo interno, lo que hace menos atractiva la literatura de la península, detalla.

Reúne en la selección a los reconocidos escritores Beatriz Espejo y Hernán Lara Zavala, o los emergentes Ileana Garma, Elvira Aguilar y Mauro Barea.

Briceño destaca los relatos El disco de mis hermanos, de Aguilar, sobre el divorcio. Siempre estamos muy pendientes del qué dirán, cosa que ha cambiado mucho en otras regiones del país. También, de Beatriz Espejo, Progreso, relato durísimo sobre la doble moral que se practica en Yucatán.

A la literatura de la península le falta mucho para llegar al nivel del centro y del norte; eso tiene mucho qué ver con la manera como se vive en el sureste: los tiempos son más holgados, la competencia es menor. Esto no ayuda a que los autores tengan el mismo ímpetu que en otras regiones, aunque sí hay mucha calidad en lo que se escribe.

En tanto, De la vasta piel tiene como núcleo el erotismo. “Todos mis textos –prosigue Briceño– tienen que ver con la manera sexual en que los seres humanos vemos todo. Es un libro absolutamente erótico porque sigo hablando de los deseos de las personas, de lo que no hacen. Muchos de mi personajes piensan, dicen y realizan lo que tantos quisiéramos.”

Desde su perspectiva, el cuento es el género literario más difícil, por encima de la novela y de la crónica: es perfecto. Nada debe sobrar ni faltar. Siempre procuro que el personaje central tenga una transformación, a la par del lector, quien debe salir diferente de la lectura de un buen relato. Trato de poner en situaciones límite a las personas. En mis textos sucede un momento límite en que la persona debe decidir qué va a hacer.