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El titular de Pemex califica de error no aprovechar las ventajas por la apertura del sector

Peña: el 1º de julio se decide también el futuro de la reforma energética

El Presidente plantea elegir entre los dogmas del pasado y los postulados del presente

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Acompañado por el líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, y los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y de Hacienda, José Antonio González Anaya, entre otros, el presidente Enrique Peña Nieto presidió la ceremonia por el 80 aniversario de la Expropiación Petrolera, ayer en PemexFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Sábado 17 de marzo de 2018, p. 3

El 1º de julio, además de la Presidencia de la República, los ciudadanos decidirán el futuro de la reforma energética. Deberán comparar y valorar entre la oferta de regresar a un modelo cerrado o privilegiar la apertura y la competencia en el sector, entre volver a los dogmas del pasado o seguir los postulados actuales que permiten a Petróleos Mexicanos (Pemex) asociarse con otras empresas, planteó el presidente Enrique Peña Nieto en el 80 aniversario de la Expropiación Petrolera.

Peña no titubeó en defender las transformaciones impulsadas en su gestión sobre energía y llamar a mantenerlas: “en los próximos meses, los mexicanos tendremos la oportunidad de valorar distintas opciones, la industria energética y su contribución al bienestar del país será un tema central en el debate público’’.

En ese periodo –continuó– los mexicanos tendremos oportunidad de comparar la consistencia y la congruencia de distintas propuestas políticas para el desarrollo del sector energético. Habremos de contrastar en cada uno de los actores, las acciones de ayer con las posiciones de hoy, los dogmas del pasado con los postulados del presente.

Cancelar o preservar la libertad

Así, las alternativas pasan, de cara a los comicios, por cancelar o preservar la libertad de los consumidores, de elegir distintas opciones; de regresar a un modelo cerrado o privilegiar la apertura y la competencia; por obligar a Pe­mex a asumir riesgos excesivos, o permitirle asociarse con otras empresas, expuso.

Dijo que al final de su administración se habrán formalizado compromisos de inversión por 200 mil millones de dólares. Desde su perspectiva, antes de esta reforma, “todos los intentos previos para reformar a Pemex habían fracasado’’.

Subrayó la importancia de conservar el nuevo régimen para la explotación de la energía y citó pasajes de la historia de México, donde “fuimos capaces de transformar nuestras instituciones para hacer realidad los ideales de nuestra sociedad’’. Cada etapa, “fue un paso audaz hacia adelante, no un tímido regreso al pasado. Fue una acción creativa, no una reacción destructiva. Fue una renovación de nuestras instituciones, no una restauración de prácticas y modelos superados’’, aseguró.

Peña habló ante las autoridades de Energía, de Hacienda, de Medio Ambiente, de Pemex y la cúpula sindical petrolera, cuyos agremiados ahí presentes no cesaron en sus habituales porras al mandatario y a su líder, Carlos Romero Deschamps, en esta anticipada conmemoración a la acción expropiatoria de Lázaro Cárdenas.

Esa decisión, puntualizó Peña, se hizo sustentada en la Constitución y en las leyes para reivindicar el interés nacional y reafirmar la soberanía y el estado de derecho.

Modelo agotado

Entonces refirió las acciones impulsadas a su llegada a la Presidencia, cuando “era evidente el agotamiento del modelo de desarrollo del país y la necesidad de modernizar Pemex’’, pues su desempeño no correspondía a la magnitud de sus operaciones, de su potencial y se había propiciado un gradual declive de la producción.

El buen desarrollo de Pemex se encontraba inhibido porque la inversión y el gasto no correspondían a sus necesidades, sino a las prioridades de las finanzas públicas; tenía que hacer toda la inversión y asumir directamente los riesgos; y, el monopolio en la producción y distribución de petróleo, a veces con costos no reconocidos, la obligó a operar en mercados que no eran rentables, añadió. Por ello, “hablar de la soberanía sobre nuestro petróleo sin tener la capacidad de aprovecharlo se había convertido en una ilusión dogmática’’.

La reforma, aseguró, promueve la productividad y la competitividad de Pemex, la cual opera con nueva visión y misión y orienta sus actividades ya no sólo a la gestión de operaciones sino a la generación de valor.

En 2013, muchos no creyeron en los beneficios que generaría y estuvieron equivocados, sostiene

Roberto González Amador y Rosa Elvira Vargas

Como un error en el que no debemos caer calificó Carlos Treviño Medina, director general de Pemex, no aprovechar las oportunidades surgidas de la apertura del sector energético al capital privado.

En la ceremonia con que este viernes el gobierno federal recordó –con dos días de anticipación– la expropiación petrolera decretada por el presidente Lázaro Cárdenas el 18 de marzo de 1938, Treviño aseguró que los pesimistas que auguraban poco éxito a la apertura del sector energético al capital privado estaban equivocados.

Justo después de promulgada la reforma energética, en 2013, hubo muchos que no creyeron en los beneficios que generaría, hubo quienes dijeron que nadie vendría a México, que nadie querría ser socio de Pemex y, como en 1938, esos pesimistas estuvieron equivocados, dijo Treviño en la ceremonia encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto.

En un acto en que menudearon porras de trabajadores petroleros, dedicadas al presidente Peña y al líder sindical Carlos Romero Deschamps, el director de Pemex defendió la continuidad de la reforma que abrió al capital privado la industria petrolera, un cambio constitucional que el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que revisará en caso de ganar en la votación del 1º de julio próximo.

Hay confianza en México, dijo Treviño. Informó que al día de hoy existen 16 proyectos de asociación de Pemex con 15 empresas de clase mundial que están proyectando invertir, junto con la petrolera mexicana, unos 300 mil millones de pesos.

Sin la reforma energética, esas inversiones las habría tenido que hacer Pemex, con recursos fiscales que se dejarían de invertir en hospitales, servicios de salud, educación, proyectos sociales e infraestructura pública.

A todos los escépticos les aseguro con firmeza que los mexicanos nos beneficiamos enormemente con su implementación [de la reforma], debemos seguir adelante con todo lo que se ha avanzado y continuar utilizando las herramientas y oportunidades que nos brinda la reforma; no aprovecharlas sería un error en el que no debemos caer, sostuvo.

En la explanada del edificio corporativo de Pemex en la capital del país, con el enorme busto de Lázaro Cárdenas detrás, dijo que los cambios en la empresa a partir de la reforma energética son muestra de la capacidad de innovación del gobierno y de decisiones correctas que apuestan por el futuro.

Lo quiero decir fuerte y con orgullo: el gobierno de México no titubea frente a la disyuntiva de hacer lo correcto a costa de perder popularidad. Se dice fácil, pero en estos tiempos no es frecuente encontrarnos con gobiernos que buscan resultados y no pirotecnia; que edifican el futuro y no su fa­ma; que piensan en las generaciones por venir y no en las encuestas por publicarse. Deseo que los futuros gobiernos de México sean así de va­lientes, así de visionarios, así de arrojados, que siempre propongan políticas públicas pensando en las generaciones por venir, exclamó.

Un tema menos optimista fue el relacionado con el robo de combustible a la empresa por grupos de delincuencia organizada, práctica que consideró como un atentado a Pemex y a todos los mexicanos.

Hoy nuestra nación enfrenta un gran reto y esto hay que reconocerlo: se trata del robo de combustible, un flagelo que atenta contra esta empresa que a todos nos ha costado mucho construir. Sabemos que no estamos solos, y con la participación y coordinación de todas las autoridades en los tres órdenes de gobierno, y de la sociedad entera, vamos a lograr superar. Pemex es una víctima y atentar contra ella es atentar contra todos los mexicanos, afirmó.

En su intervención, el dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, aseguró que los 170 mil millones de dólares en inversiones comprometidas por empresas que han participado en las licitaciones de campos petroleros son muestra de la efervescencia notable que ha suscitado la reforma energética.