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¿La Fiesta en Paz?

Complicada, la operación del servicio médico taurino en México: doctor Jorge Uribe Camacho

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Por reglamentos inobservados, falta de exigencia de los toreros y sentido de ahorro de las empresas, los servicios médicos taurinos suelen ser inadecuadosFoto Portal De Sol y Sombra
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o hay en el país una empresa taurina, y más las eventuales, que piense con seriedad en los servicios médicos que debe proporcionar para la celebración de un festejo, y los empresarios-toreros, por ahorrarse dinero, son los que menos se preocupan de estos servicios. Creen que con una ambulancia cubren a los alternantes, que lo que quieren es torear sin pensar en la atención médica que puedan requerir. Hemos tenido varios toreros muertos, sobre todo en el sureste, varios por insuficiente o inadecuada atención médica.”

Habla el doctor Jorge Uribe Camacho, desde 2004 jefe de los servicios médicos de la Asociación Nacional de Matadores, con experiencia de más de cuatro décadas como médico especializado en ortopedia y traumatología, presidente del capítulo mexicano de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina, que incluye a todos los países taurinos del orbe, y secretario general de dicha sociedad desde 2014. Pero en lo taurino, la trayectoria del doctor Uribe Camacho es igual o más amplia: “Mi padre fue taquillero de la Plaza México y en mi juventud yo fui acomodador y portero de la puerta de cuadrillas en ese coso y, desde luego, novillero antes de estudiar medicina en la UNAM, por lo que veo la fiesta con otra óptica.

“En España y Francia se exigen servicios médicos profesionales como condición para poder dar un festejo, ya que los mismos toreros exigen ese servicio. Ya sea en función del toro o del destino, también allá hay cornadas mortales de necesidad, como los lamentables casos de Fandiño, Barrio, Montoliú o El Yiyo. No fue el caso de Paquirri, pues se puede tener una cornada de primera en una plaza de tercera.

“En México, los servicios médicos taurinos se hacen según el dinero con que cuente la empresa, por lo que ésta suele poner a conocidos o compadres y los municipios a pasantes de medicina o a practicantes para que salga lo más barato posible o de plano gratuito. Otro problema es que el torero retirado, sea matador o subalterno, está desprotegido. Ahora, afortunadamente, con una cuota mínima anual puede cubrir gastos por enfermedad para él y su familia, gracias al acuerdo celebrado entre el IMSS y la Asociación de Matadores.

“Cuando algunas empresas quitaron el fondo de reserva a las agrupaciones empezó el debilitamiento financiero de los gremios y el aumento de adeudos interminables. La parte médica se lleva alrededor de 70 por ciento de lo que erogan las agrupaciones, por lo que un buen seguro de gastos médicos permite tener finanzas más sanas.

A partir de la cornada de Sergio Flores en San Luis Potosí se decidió que el parte médico de un percance sólo se dará al torero y a su familia, pues el paciente también tiene derecho a la privacidad. Hacerse publicidad a costa de una cornada no protegía al médico, indefenso por falta de información suficiente sobre dolencias previas del herido. Ahora, dejar de ser figura o retirarse de los ruedos, también deprime, remata el doctor Uribe Camacho.

Condolencias a Mérida, Yucatán: por este conducto quiero expresar mi más sentido pésame a la afición taurina de esa inspirada capital, por el sensible fallecimiento de su capacidad de pensar y cuestionar el lamentable desempeño empresarial en la plaza México, durante 23 largos años, del promotor de la empresa anterior a la nueva, luego de los recientes puntos de vista que externó en aquella ciudad. Una cosa es la hospitalidad y otra, muy diferente, la postración ante el cinismo irresponsable.