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Cuando fue informado de la intimidación dijo que indagaría mediante un edil

Javier Corral minimizó las amenazas de muerte contra Miroslava Breach

El presidente municipal de Chínipas presionó a la comunicadora para revelar sus fuentes

 
Periódico La Jornada
Jueves 29 de marzo de 2018, p. 5

En los testimonios recabados por las autoridades con relación al asesinato de Miroslava Breach Velducea, se señala que en agosto de 2016, cuando ella recibió una amenaza de muerte en la que le decían que dejara de escribir sobre narcopolítica en Chihuahua y que se dedicara a otra cosa, el actual gobernador, Javier Corral Jurado le dijo que iba a ver el asunto a través del alcalde de Chínipas, Hugo Amed Schultz Alcaraz, el munícipe quien a través de la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) en esa entidad presionó a la periodista para que revelara sus fuentes y posteriormente entregó dos grabaciones a integrantes de Los Salazar, una célula del cártel de Sinaloa.

Los documentos refieren que durante cuatro años Miroslava Breach realizó una investigación y que “ya tenía documentado todo el enriquecimiento ilícito del gobernador César Duarte, y de la relación con el narco que tenían varios políticos, (y) que iba a ir sacando poco a poco (los) reportajes”.

Robo sospechoso

En ese entorno, una situación aparentemente inconexa se vivió en la casa de Miroslava Breach (la cual permanece prácticamente abandonada desde su asesinato): a finales de 2016 ocurrió un robo. Alguien forzó la cerradura de una de los portones de acceso. Toda la casa fue revisada, cada cajón, cada librero o estante, todo quedó revuelto. Pero nada de valor se llevaron los supuestos ladrones. Para las autoridades se trató de un intento de robo y no se abrió ninguna investigación.

Respecto de las diligencias para esclarecer el homicidio, los documentos que obran en poder del juzgado de control del distrito judicial Morelos, que encabeza el juez Napoleón Raya Valdez, resalta que la periodista “tenía información de la relación minera que tenían los narcos con los gobernantes y gente de gobierno”.

La periodista fue asesinada el 23 de marzo de 2017, horas después de ello el gobernador Corral ofreció una conferencia de prensa en la cual señaló que en el homicidio no se podía descartar una procedencia del crimen organizado por el trabajo acumulado, persistente, consistente, documentable de Miroslava en la denuncia de bandas delincuenciales y de la corrupción política, particularmente en años recientes.

Durante la investigación del caso, en las constancias se menciona que Miroslava Breach estaba decepcionada del actual mandatario chihuahuense, porque le había entregado información del gobierno anterior a Corral durante su campaña, le había proporcionado datos de su investigación y no los había usado”.

Desde diciembre de 2016 Miroslava Breach le comentó a varios de sus compañeros lo que ella consideraba que sería el gobierno de Javier Corral en 2017, llegó a decir que sería muy difícil en cuestiones de dinero, de política, (en) todo lo referente al estado”.

La situación sería difícil, porque una vez que ganó Corral Jurado “había deuda, porque en su gobierno había mucha gente del anterior, y que se estaba blindando Duarte para que no lo fueran a cuestionar, que Corral iba a estar atado de manos. Y la cosa con el narco se iba a poner muy cabrona y (…) que todo iba a empezar echándose a un periodista y mencionó que a cuatro personas, entre ellas estaba ella”.

El silencio es complicidad: Miroslava Breach

Las amenazas en contra de la corresponsal de La Jornada se acrecentaron tras la publicación del reportaje en el que mencionó la intromisión de la delincuencia organizada en la postulación de candidatos a puestos de elección popular.

Al respecto, el vocero del PAN estatal, Alfredo Piñera Guevara, quien es actualmente uno de los testigos protegidos de la Fiscalía General de Justicia de Chihuahua, sostuvo que “en aquel tiempo (2016) el alcalde del PAN de Chínipas era Hugo Schultz, quien, de acuerdo con artículos que publicó Miroslava Breach, tenía un director de Seguridad Pública vinculado con la delincuencia organizada. Ella misma señalaba a Hugo Schultz como emisario para amedrentar a los partidos y periodistas.

Aproximadamente a principios de mayo de 2016, el secretario general del PAN en ese entonces, José Luévano Rodríguez, quien actualmente es secretario particular del gobernador (Javier Corral), me dio instrucciones de que atendiera al señor Hugo Schultz, el entonces alcalde del municipio de Chínipas, y viera de qué forma podía ayudarlo.

El aún vocero panista refirió en su testimonio que Schultz manifestó que individuos vinculados a la delincuencia organizada, a través de su director de Seguridad Pública, le habían advertido que si no demostraba que ellos no filtraron la información a Miroslava Breach, los iban a chingar.

Piñera Guevara dijo a las autoridades que él decidió enviar las conversaciones a Schultz y puntualizó: cabe resaltar que de ninguna forma yo identificaba en esos momentos que Hugo Schultz pudiera llegar a estar involucrado con delincuentes, y mucho menos que pudiera utilizar la información de forma inapropiada.

El 25 de noviembre en la publicación Norte Digital, en la columna Don Mirone que escribía Miroslava Breach, ella señaló: “el ex alcalde de Chínipas es el mismo que vio, calló y negoció con el narco del pueblo la designación de su sobrino Juan Ochoa Salazar como candidato del PRI a la presidencia municipal. Sólo cuando los medios de comunicación nacionales hicieron público tal despropósito, la dirigencia estatal priísta sustituyó esa candidatura junto con la de Namiquipa. Ese fue uno de los temas de campaña electoral de Corral, pero los datos nunca le llegaron de su supuesto correligionario de partido”.

Hugo Amed Schultz se desempeñó como encargado de la ejecución de programas educativos en la sierra de Chihuahua durante el gobierno de Javier Corral Jurado hasta noviembre de 2017, aunque Miroslava Breach escribió el 25 de noviembre de 2016 que los errores del ex alcalde serrano que ahora quiere convertirse en funcionario estatal son más graves. Tuvo como director de la policía municipal todo su trienio a Martín Ramírez, también sobrino del capo de la región Crispín Salazar Zamorano.