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Conforme avance el calentamiento del planeta se extinguirán y no habrá solución viable

México se quedará sin glaciares en poco tiempo, advierten expertos

Al Pico de Orizaba le quedan unas décadas de vida; al Iztaccíhualt, unos años, y al Popo, nada

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El cambio climático provocado por el hombre acortará la vida natural de los glaciares mexicanosFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de marzo de 2018, p. 29

Los glaciares en México se extinguirán como consecuencia del cambio climático, de acuerdo con el director del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Hugo Delgado Granados.

El glaciar del Popocatépetl ya se ha declarado extinto y al del Iztaccíhuatl le quedan pocos años de vida. El del Pico de Orizaba sobreviviría unas décadas más, anticipa el especialista.

Los glaciares no son producidos por una maquinaria que los genere de una manera continua, y conforme siga avanzando el calentamiento del planeta no habrá forma de parar su desaparición.

Para verlo de una manera más ilustrativa, la desaparición de los glaciares en México se viene dando conforme ha aumentado la temperatura regional en nuestra nación, la temperatura de congelación que permite que los hielos permanezcan en las cumbres nevadas de nuestros volcanes está llegando a un nivel que pronto rebasará las cumbres, lo cual quiere decir que no tendrán forma de sobrevivir, explicó Delgado, quien es corresponsal mexicano del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares de la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

“Cuando tenemos un área cubierta por hielo y nieve, se forma una superficie blanca que refleja la radiación solar –indicó–, pero por el contrario, si los glaciares retroceden y dejan la parte rocosa oscura al descubierto ya no se refleja el calor, sino se absorbe, con lo cual cambia el microclima y eso hace que aumente su temperatura”.

Delgado Granados explicó que el glaciar del Popocatépetl está extinto, pues si bien aún puede observarse que hay hielo en la cumbre del volcán, como ya no tiene movimiento, alimentación o pérdida, es solamente un remanente del glaciar que existió en ese lugar.

“El volcán Iztaccíhuatl, por su parte, tiene todavía algunos cuerpos de hielo en ‘la panza y en el pecho’, pero muy probablemente en unos cinco o quizá 10 años también se declaren como extintos.

Es difícil hacer un pronóstico exacto, pero si siguen los patrones de retroceso glacial se llegará a su desaparición.

En el Pico de Orizaba la situación es distinta, pues el glaciar se encuentra en un lugar más alto y no lo rodean zonas industriales, como ocurre a los otros dos volcanes.

A 5 mil metros de altura se encuentra la línea de equilibrio de los glaciares, es decir, la que separa la zona de recarga de la de acumulación. El Pico de Orizaba al contar con una altura de 5 mil 570 metros sobre el nivel del mar, hace que su sistema de alimentación glacial pueda sobrevivir tal vez algunas décadas más, estimó Delgado.

Una de las consecuencias de la desaparición de los glaciares es que las reservas de agua disminuyen, pues en la temporada de sequía su deshielo no alimentará a los arroyos, ríos y mantos acuíferos.

De acuerdo con el experto, en todo el mundo los glaciares muestran una tendencia generalizada a retroceder. Se trata de un proceso natural, pero acelerado por los cambios provocados por la actividad humana.