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Estrenarán versión libre de Fuenteovejuna, obra de Lope de Vega, en espacio de la UNAM

¿Cuánto tiempo se puede tolerar la violencia?
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Héctor Bonilla, Francia Castañeda, Carlos Corona y Patricia Ortiz; (a la derecha), Castañeda y Corona en un ensayo de Algo de Fuenteovejuna, con dramaturgia y dirección de Fernando Bonilla, que tendrá temporada del 6 de abril al 27 de mayo en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria)Foto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de abril de 2018, p. 4

¿Cuánto tiempo puede tolerar un pueblo la brutal violencia, la falta de justicia y la impunidad, antes de decidir mediante las armas, hacerse justicia por propia mano?

Lo anterior es la premisa de la puesta en escena de Algo de Fuenteovejuna, con dramaturgia y dirección de Fernando Bonilla, versión libre del clásico Fuenteovejuna, de Lope de Vega, que será estrenada el 6 de abril en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario.

Se trata de una obra que además se basa en la documentación e investigación de lo que fueron las autodefensas, particularmente las que surgieron en Michoacán y tuvieron auge en 2014; es un fenómeno social de cómo se enfrentó con éxito, por la vía armada y con el apoyo de la población, a bandas de narcotraficantes.

De acuerdo con Bonilla, la obra explora las terribles situaciones que se desprenden de la urgente necesidad de una comunidad, luego de soportar la violencia por muchos años, de tomar la justicia por su propia mano, ante la ineptitud, incapacidad o complicidad de las autoridades frente al poder del crimen organizado.

Farsa y realismo; clase política y comunidad asolada por el narco

Algo de Fuenteovejuna es un montaje en el que se amalgaman farsa y realismo, pues por un lado está la clase política, el presidente y los ministros con sus argumentos demagógicos de legalidad y privilegios, y por otro, una comunidad asolada por un grupo de narcotraficantes, la cual es despojada de sus tierras, sus mujeres; sus hijas son violadas y sus padres, maridos o hijos asesinados.

“La propuesta escénica se propone reflejar una realidad contemporánea que afecta al país, como es el narcogobierno y la ausencia de justicia, lo cual no es privativo de lo que ocurrió en Michoacán”, explicó Bonilla.

Tristemente en México abundan comunidades que se encuentran en la indefensión. De ahí que se ha querido reflexionar en torno a qué sucede cuando no queda de otra más que defenderse. Cuando el estado de derecho no existe, cuando la justicia no existe. Aunque somos de los que piensan que la violencia genera más violencia, en la realidad vemos que a veces no hay de otra más que defenderse.

Esa dolorosa encrucijada, destacó el creador escénico, es el detonante de la puesta en escena. Es una obra que surge de una serie de preguntas sin respuesta.

En el programa de mano se apunta: “Hay miles de muertos. Periodistas incómodos silenciados a balazos, niños sicarios, feminicidios, levantones. Es la normalización del terror. Y tantas veces que hemos gritado ¡Ya basta! ¡Estamos hasta la madre! ¡Ni una más! Para después, al diluirse nuestra indignación, volver a hacer filas en el banco, a celebrar la Navidad, a pagar impuestos”.

Fuenteovejuna podría estar en cualquier pueblo rural del país

En esta versión libre del clásico de Lope de Vega, salpicada de sarcasmo y tintes de humor negro, el personaje del comendador es un narcotraficante, jefe de plaza, quien encabeza al Cártel de la Cruz de Calatraba.

También aparece un alcalde corrupto, otro grupo de narcos denominados Los Reyes Unidos, el licenciado Esteban, quien exige al gobierno federal que haga su trabajo y que como activista social se cansa de exigir justicia, en referencia al médico José Manuel Mireles, ex líder de los Grupos de Autodefensa Comunitaria y, representada de manera fársica, la clase política.

La trama implica también cómo son desarticuladas las autodefensas, con la finalidad de hacer respetar la ley, y son sustituidas por el gobierno por un grupo de policías rurales, entre los cuales también se encuentran personas que trabajaron para el narco.

El montaje incorpora multimedia, música en vivo, corridos originales escritos por Leonardo Soqui y trabajos con máscara.

Esa violenta realidad, concluyó Fernando Bonilla, “nos podría, por su distancia, parecer algo ajeno o lejano. Sin embargo, Fuenteovejuna es un pueblo que hoy podría estar en cualquier zona rural del país y que desde la comodidad de la Ciudad de México, la clase media lanza juicios sobre si es ético tomar un arma para defenderse. Una cuestión muy compleja, a la que no se trata de dar respuesta, sino de plantearla como una forma de politización del espectador”.

Algo de Fuenteovejuna se escenificará en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria), jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas; del 6 de abril al 27 de mayo.