Guadalajara, Jal.

La familia italiana Russo, que desde el 31 de enero ignora el paradero de tres de sus integrantes desaparecidos en Tecalitlán, Jalisco, ofreció en redes sociales una recompensa de dos millones de pesos a quien aporte datos que permitan localizarlos.

Vincenzo Cimmino, Raffaele y Antonio Russo, residentes de Nápoles y de viaje en Jalisco para actividades comerciales, habrían sido secuestrados por policías municipales y entregados al crimen organizado.

Estamos dispuestos a recompensar con dos millones de pesos a cualquier persona que nos apoye con cualquier información que nos ayude a encontrar a nuestros familiares, dijo Francesco Russo, hijo de Raffaele y hermano de Antonio.

Cuatro policías de Tecalitlán fueron detenidos y están siendo procesados. El gobierno estatal ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien ayude a resolver este o cualquier otro caso de desaparición forzada. Sin embargo, pese a la llegada de una misión diplomática italiana a Jalisco y la intervención del gobierno federal en apoyo a la Fiscalía de Jalisco, nada se sabe sobre el paradero de los tres extranjeros.

Las autoridades del estado y federales mantienen hermetismo, a pesar de que el viernes pasado venció el plazo de dos semanas que fijó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se informara sobre el avance de las pesquisas.

En Italia, los Russo organizan peregrinaciones con música y velas hacia el santuario de la Virgen de Constantinopla, que los católicos de Nápoles consideran protectora de la ciudad.

Vestidos de blanco, con estandartes marianos y una gran manta con la fotografía de los desaparecidos, los fieles exigen la presentación de los italianos, piden la intervención directa del presidente Sergio Mattarella y cuestionan la actitud del papa Francisco, a quien en repetidas ocasiones han pedido que se manifieste sobre estos acontecimientos, pero no lo ha hecho.