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Periódico La Jornada
Jueves 5 de abril de 2018, p. 26

Río de Janeiro. Además del proceso por el que puede ingresar en breve a la cárcel, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva enfrenta otros seis juicios vinculados con la megacausa Lavado Rápido, en los que es acusado de corrupción, lavado de activos y obstrucción a la justicia, entre otros cargos, sin que hasta ahora haya pruebas.

Tres procesos los llevó en un tribunal de la sureña ciudad de Curitiba el juez Sérgio Moro, quien está a cargo de los principales procesos de la operación Lavado Rápido. Los otros cuatro se celebran en Brasilia, dos de ellos en casos ramificados de la megacausa para convertirse en investigaciones independientes.

Los detalles:

Caso Cerveró: Lula fue acusado por primera vez en julio de 2016 por cargos de obstrucción a la justicia al haber, presuntamente, intentado comprar el silencio de Nestor Cerveró, ex ejecutivo de Petrobras encarcelado. La semiestatal Petrobras está en el centro de las investigaciones de Lavado Rápido. El caso está en Brasilia.

Tríplex de Guarujá: En enero de este año un tribunal de apelación de Porto Alegre confirmó una condena a prisión para Lula emitida por Sérgio Moro por acusaciones de que el ex presidente aceptó sobornos por 3.7 millones de reales (1.1 millones de dólares) de la constructora OAS para beneficiarla en sus negocios con Petrobras. Los pagos se debían hacer mediante la remodelación de un departamento que Lula planeaba adquirir en Guarujá, en la costa de Sao Paulo. Hasta ahora no hay pruebas de que Lula sea propietario de ese inmueble. El tribunal de Porto Alegre subió la pena de prisión impuesta por Moro de nueve años y medio a 12 años y un mes.

Caso del BNDES: La justicia de Brasilia aceptó en mayo de 2016 una denuncia por cargos de que Lula usó su influencia para que el banco de fomento estatal, el BNDES, ayudara a la constructora Odebrecht a conseguir contratos de infraestructuras en Angola. La investigación fue separada de Lavado Rápido en la operación bautizada Janus.

Caso de los cazas Gripen: En la operación Zelotes, otra ramificación de Lavado Rápido en Brasilia, Lula enfrenta desde diciembre de 2016 cargos por una trama en torno a la consultora Marcondes & Mautoni para facilitar contratos con el Estado. Entre los presuntos negocios ilegales está un contrato para la compra de 36 aviones cazas suecos Gripen. También está acusado un hijo de Lula, Luiz Cláudio.

Caso de las automotrices: En septiembre de 2017 Lula volvió a ser acusado por Zelotes en Brasilia, esta vez por cargos de que aceptó recibir en 2009 fondos para el Partido de los Trabajadores a cambio de favorecer a las empresas del sector automotriz MMC y Caoa.

Instituto Lula: Moro aceptó en diciembre de 2016 otra denuncia de que Lula recibió sobornos de Odebrecht mediante la compra de un terreno que debía servir como nueva sede para el Instituto Lula de Sao Paulo.

Sitio de Atibaia: En agosto de 2017, Moro abrió otro juicio contra Lula por cargos de que aceptó la reforma de otro inmueble en Sao Paulo, el llamado Sitio de Atibaia, por parte de Odebrecht y OAS.