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Apuntes postsoviéticos

Caudillo

H

asta hace días gobernador de la región siberiana de Kemerovo durante 21 años, Aman Tuleyev comenzó su carrera política –cuando todavía existía la Unión Soviética– como líder de los mineros de Kuzbass, como se denomina en ruso la cuenca de Kuznetsk, uno de los mayores yacimientos de carbón del mundo.

Dos décadas después, nada queda de ese luchador social que defendía los derechos de los trabajadores y, trastornado por el culto a su personalidad, se ha convertido en caudillo que, a pesar de haber dimitido, se resiste a soltar los hilos del poder.

Tuleyev quedó en evidencia cuando intentó minimizar la tragedia del incendio en un centro comercial de la ciudad de Kemerovo –que segó la vida de 64 personas, entre ellas 41 niños– y atribuyó la espontánea protesta de la población a opositores llegados de toda Rusia para desestabilizar la situación. La corrupción de su gobierno hizo posible que se construyera el centro comercial sin los debidos permisos, que las salidas de emergencia del cine estuvieran cerradas con candados, que no funcionaran las alarmas contra incendio, que ningún empleado llamara a los bomberos, que las autoridades de la ciudad y la región no consideraran necesario acudir al lugar del siniestro.

El gobernador del pueblo –título honorífico que se creó para él– no pidió perdón a las familias de las víctimas, sino al presidente Vladimir Putin por causarle un problema y, a pesar de estar tan ocupado, hacerlo viajar a Kemerovo, donde depositó una ofrenda, decretó luto nacional y permaneció medio día.

Mientras contribuyó a que su hijo se ostente como multimillonario en dólares, Tuleyev trató de enmendar la bochornosa imagen que dejó su genuflexión ante Putin al donar para las familias de las víctimas un día de su sueldo oficial, suma que equivale a 23 pesos mexicanos por familia, generoso gesto que la televisión pública de Kemerovo destacó como noticia principal hasta la saciedad.

Indignada la gente, Tuleyev tuvo que dimitir al cargo de gobernador, pero se aseguró una pensión superior a su salario nominal, residencia, guardaespaldas y vehículo oficiales, despacho en la sede de gobierno y, además, mandato como diputado del Parlamento regional, cedido por su médico personal. Ahora un grupo de legisladores promueve su candidatura para presidente del Parlamento, aferrado el caudillo a seguir gobernando.

Tuleyev supo ganarse el aprecio del Kremlin al aportar la región de Kemerovo uno de los resultados más elevados en términos de participación y de votos en favor de Putin en las presidenciales y del oficialismo en cualquier tipo de elección. El propio Tuleyev se supone que sacó 96.66 por ciento de votos en los pasados comicios para gobernador.

Al recibir a Serguei Tsiviliov, a quien nombró gobernador en funciones, Putin habló de los ingentes desafíos que tendrá que afrontar: tan sólo en materia de eficiencia de las entidades de la Federación Rusa, Kemerovo, según el mandatario ruso, ocupa el sitio 73 (de 85).