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Algo en Fuenteovejuna, en foro Sor Juana

Estar en la boca del fuego de la violencia
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Injusticia, opresión y abuso marcan cada una de las escenas de Algo en Fuenteovejuna, obra con dramaturgia y dirección de Fernando Bonilla, que el viernes comenzó temporada en el foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario. En la imagen, los personajes del presidente y sus ministrosFoto Daniel González/ Dirección de Teatro UNAM
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de abril de 2018, p. 4

La obra Algo en Fuenteovejuna, que se entrenó en el foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario, sorprende al espectador por las escenas de violencia que describen una realidad cotidiana en México.

¡Estamos en la boca del fuego no sólo Fuenteovejuna, sino todo el país!, grita el licenciado Esteban Valverde en esa versión contemporánea de la obra de Lope de Vega sobre el levantamiento de un pueblo oprimido, hastiado por los miles de muertos, feminicidios y levantones.

Con dramaturgia y dirección de Fernando Bonilla, en el montaje se relatan el terror y la violencia que viven los habitantes de Fuenteovejuna.

Algo en Fuenteovejuna se basa en la documentación e investigación de las autodefensas, en particular las que surgieron en Michoacán. El montaje, que en algunos diálogos respeta el verso de ese clásico del Siglo de Oro español, muestra la reacción de un pueblo frente al abuso del poder del comendador y del cártel de la Cruz de Calatrava.

Con las actuaciones de Héctor Bonilla, Francia Castañeda, Carlos Corona, Ricardo Esquerra, Juan Carlos Medellín, Malcolm Méndez, Patricia Ortiz y Valentina Sierra, el espectador conoce cada uno de los motivos que obligan a la comunidad a tomar la justicia por su propia mano, pues desde el principio se ve cómo el comendador Fernán Gómez, hombre prepotente que se excede en sus funciones para lograr su satisfacción personal, comete muchos abusos.

Injusticia, opresión y abuso marcan cada una de las escenas de Algo en Fuenteovejuna. La relación de corrupción entre las autoridades y Fernán, la farsa que montan los ministros en sus sesiones y un presidente que no tiene idea de lo que dice complementan esta historia que, como refiere el programa de mano, sucedió en un pueblo que podría llamarse o no Fuenteovejuna.

En el montaje, el licenciado Esteban exige un diálogo con el presidente, le reprocha que su gobierno no sea capaz de garantizar la seguridad de Fuenteovejuna, pues el crimen organizado ha tomado el gobierno del municipio, del estado y del congreso.

Vemos cómo los criminales almuerzan con los federales, los militares, la policía. Su gobierno es una decepción moral grandísima. Sentimos los ciudadanos que esto es una burla, no tenemos con quien quejarnos, con quien acudir, expresa el licenciado, mientras su mensaje es grabado.

Esteban es el hombre honrado y honorable del pueblo que exige justicia al gobierno, pero al no ver respuesta, ni la ayuda de las autoridades, decide rebelarse y tomar las armas.

La propuesta de Fernando Bonilla retrata la realidad de muchos países, donde hay secuestros, torturas, levantones, pero nadie se mete con el cártel que tiene el control. Muestra la normalización del terror, la farsa costumbrista mexicana de las primeras dos décadas del siglo XXI.

Es una obra en la cual se alude a violencia y deja al espectador con muchas preguntas y la terrible sensación de que vivimos en Fuenteovejuna, un lugar donde reina la impunidad y el crimen organizado está inmerso en todo.

La temporada de Algo en Fuenteovejuna concluirá el 27 de mayo, con funciones jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas en el foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000).